Sur de España en Furgoneta: Primera Parte

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En ésta ruta, recorremos el Sur, esta vez desde Murcia hasta Granada, con varias etapas hasta volver a Madrid.
¿Quieres verlo?
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Vamos etapa a etapa: 
No te pierdas esta nueva ruta por el Sur: Málaga, Cádiz y Huelva.
 
Después de disfrutar de unos días en Murcia, en San Pedro del Pinatar,  cogemos la furgo y ¡ponemos rumbo a la aventura!
ETAPA 1 – MURCIA
 
Día 1
Días de naturaleza y bienestar descubriendo una región casi desconocida que es absolutamente preciosa.
Toma buena nota:
Comenzamos el día con un vermú en Cala Reona con unos boqueroncitos fritos frente al mar, en el parque Regional de Calblanque.
Vibramos con los colores de Algameca chica y la magia del pequeño pueblo pesquero de El Portús, cuyas olas bravías bañan la costa negra.
Viajamos bordeando los paisajes de Sierra de la Muela y Cabo tiñoso y Roldán. Párate en sus miradores y disfruta.
Seguimos recorriendo los pueblos de la Isla Plana y descubriendo sus restos romanos del Siglo I.
Llegamos a la playa de perros de Mazarrón, enorme, limpia y tranquila y vemos atardecer desde su columpio al mar.
Terminamos la jornada en la Playa del Rincón. Donde, tras un paseo por sus rutas de trekking, nos quedamos dormidos, bajo el silencio de la noche y el arrullo de las estrellas.
 
En esta primera parte, no te pierdas:
– Bolnuevo
Paseamos por estos lugares, tomando breves imágenes y abriendo mucho los ojos.
Día 2
Tras un paseo por el mar y un baño de buenos días, seguimos ruta hacia: Sierra de la Morera.
 
Seguimos por Las Gredas y descansamos en las Calas de Calnegre, con sus dunas fósiles y la torre de vigía pirata cope, llegando hasta Águilas.
 
El precioso pueblo de Calabardinas, es el enclave perfecto para tomar un baño, un par de cervezas y las marineras murcianas.
 
En playa de la cola, aparcamos la furgo en plena playa para bañarnos solos en el mar.
Pasamos por Águilas, su pueblo te sorprenderá, enclave perfecto para tomar un helado y postres caseros. Visitamos hornillos y su apariencia metálica sobre el mar turquesa.
Vibro de buen rollo en Pulpí la playa de las palmeras y así, llegamos hasta Almería con San Juan Terrero y Calón, hasta nuestra preciosa Vera.
No te pierdas todo en éste reel:
 
Etapa 2 – ALMERÍA
Paso varios días en la cueva del Almanzora y en las playas de Vera. Suenan cigarras, huele a salitre, oigo las olas del mar y todo es verde, dorado y azul…
Estoy aprendiendo a viajar de vacaciones. Cuando estás en ruta tienes la libertad de hacer lo que quieras: Parar, desayunar a cualquier hora, parar a leer, echar las siestas que te apetezca acunada por la brisa, bañarme sin prisa en el mar, tomar el sol, comer entre los pinos… no hay ruta más allá de la que dibujen mis ganas.
Visitamos la laguna de la desembocadura del río Antas, en Vera y antes de llegar a Garrucha y comernos unas buenas gambas (a tres euros y medio por gamba), paramos a pasear por el pueblito blanco y comprarnos vestidos de crochet.
Día 3
Amanecemos recorriendo las playas y el pueblo blanco de Mojácar pasando del bullicio de la noche al silencio de sus playas al amanecer y la soledad de sus calles en el casco antiguo durante las horas de luz. El pueblo que corona en blanco la cima de la montaña, juega al despiste con sus pasillos blancos enrevesados, símbolo de su pasado medieval.
Toca la hora de vermú en Agua Amarga, un simpático pueblito pesquero, blanco, de playas imponentes y casitas decoradas con plantas y elementos marineros. Es una preciosidad.
Llegamos al paraíso de la jarapa y la cerámica. Atenta porque te vas a enamorar, su nombre: Níjar. Pueblo blanco, tranquilo, de iglesia encalada y plaza de piedra, de casas blancas y dinteles de colores, de geranios y macetas, índalos y buenos precios.
¿Siguiente parada?
Las Negras, en Cabo de Gata, Almería, te dejará sin habla. La costa dibuja un semicírculo que entra en la montaña verde hasta un pueblo blanco que vive en el valle. Su agua azul con olas de bruma baña una playa de arena blanca y piedras negras. El pueblo, con mensajes de cultura y conciencia. Es un sitio para visitar.
Seguimos la carretera hasta San José. La primera vez que vine a éste pueblo, era 1997, la noche que anunciaron la muerte de Lady Di. Recuerdo el momento de la noticia, a través de las voces metálicas de una televisión pequeña, cuadrada, colgada de la pared, en un bar tranquilo, de noche, mientras yo comía embelesada judías con ajo blanco.
Sus playas de arena negra, desescalan los acantilados y sus restaurantes se atestan de visitantes durante el verano. Recuerda reservar.
Toma un segundo y para en el mirador de la Amatista. Verde sobre azul, montañas lila al fondo. Calor que aprieta contra el asfalto.
Sigue.
Cabo de Gata. Cabo de gata infinito. Cabo de gata de arena blanca, de cielo limpio, de agua clara. Una iglesia sobre la playa. La montaña protectora. Una carretera recta, un faro, la isla de las sirenas, el dedo, kilómetros de mar.
Vemos atardecer en Retamar. El agua más fría de todo el verano. Playas naturales que te van a enamorar con su mar de piedritas.
ETAPA 3 – GRANADA
 
Día 4
 
Desayunamos y ponemos buena ruta:
 
Almería, Roquetas de Mar, Sabinar, Almerimar, El mar de Alborán, Lance de la Virgen, Balanegra y playa del ruso. 
Así, acabo dándome un baño en Granada y disfrutando de las primeras tapas: gambas, papas y ensaladilla.
 
Llegamos a Motril y sus playas enormes. En agosto pinta feria y a mí me recuerda a Venice Beach. Desde aquí, puedes ir en Ferry a Tánger y Melilla.
 
Y cogemos la mano a la ruta de éste 2023. Llegamos a Salobreña. Sus calles blancas, su castillo en la cima, su mar de color gris, sus casitas pequeñas, blancas, con cortinas de colores y sillas a la entrada.
 
Así, dejamos la costa y subimos a las alpujarras.
 
ETAPA 4 – GRANADA: LAS ALPUJARRAS
 
DÍA 5
 
La entrada en Las Alpujarras granaínas no puede ser más espectacular.
Subimos bordeando las curvas de la montaña, dejando lagos a nuestro paso hasta Órgiva, un pueblito encaramado en la montaña, donde sus habitantes chapotean en las aguas del río bajo los arcos del puente de piedra.
Órgiva es la capital de éstas montañas. Suena la música y las calles refugian del calor del verano blancas y laberínticas.
Soportújar ofrece dos posibilidades para ser visitado.
1/ La primera es ésta: Disfrutando de su preciosa arquitectura, sus calles hiper empinadas y sus fuentes y flores por doquier. Su Calle Estrecha y sus alucinantes vistas al valle al atardecer.
Se le conoce como el pueblo de las Brujas porque aquí vinieron muchos gallegos trayendo consigo su lengua y su cultura. Vistos como diferentes, les tacharon de brujas y brujos.
2/ Así llegamos a la segunda forma de visitar Soportújar: A través de la leyenda.
Desde el humor de los siglos, se ha convertido al pueblo en algo muy especial, diferente, mágico, compartido y divertido diferenciándose del resto del valle. Un museo del espanto donde dragones, arañas gigantes, brujas, escobas voladoras y calderos decoran las calles.
Los detalle son impresionantes y el cuidado maravilloso. La magia se abre paso metro a metro. Gatos, juego… una casita con patas y un señor cargado de patas de jamón, naturaleza y posibilidad… ¿te atreves?
Me atrevo a repetir mi foto volando en escoba voladora de Salem en 2019 a Soportújar en 2022.
Si sigues la carretera, llegas al lugar que cautivó mi corazón: Pampaneira. Un pueblito natural, con huertos y cerca del río para refrescarte. El agua corre en sus canales, atravesando sus calles y el verde de las plantas voraces devora el blanco encalado de sus casitas, mientras el silencio arrulla.
El tiempo, como el correr del agua, atraviesa el pueblo y las tradiciones se instalan. Si quieres encontrar el amor, bebe de la fuente de San Antonio Chumpaneira.
No te vayas sin tomarte algo en la placita del pueblo y comprar tomates, jamón, queso, vino y miel, miel de las alpujarras.
Día 6
Amanecemos en Lanjarón, cuna de agua mineral, ¡que ensancha el corazón!
Y ponemos rumbo de vuelta a casa, ¿por dónde?
ETAPA 5
¡Llegamos a Jaén!
Me sorprende lo bonita que es la ciudad, de piedra, limpia, ordenada y elegante. Compramos aceite y aceitunas deliciosas.
Seguimos recorriendo pueblos pequeños: Bailén, Linares, Úbeda… paradas obligatorias por éstas tierras.
Cazorla y Sabiote (pueblo con más encanto de Jaén).
Regresamos a casa atravesando Castilla La Mancha y sus rebaños, viñedos y olivares, con parada en Valdepeñas, vino y carne para comer. Recorremos pueblo y viñedos y compramos vino, vino y vino para llevar.
¿Seguimos viajando? ¡Encuentra tu destino en ésta web!
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