Hoy estoy un poco así, como en esta foto, con un pie en Nevada y otro en Arizona mirando hacia una profundidad extraña, ingente, magnífica.
Me aterra y me atrae y aunque agarrada a la balaustrada buscando algo que me mantenga en tierra, me inclino de puntillas queriendo ver más dejando que la inmensidad, allá abajo, me seduzca y me atraiga.
Y pienso en caer…
En sumergirme en esa profundidad extraña y dejarme devorar, pasar bailando por todas las banderas rojas y terminar abrazada a tus miedos.
Duelen mucho los segundos y por eso los alargo para bañarme en los recuerdos.
Me aferro a la barandilla y miro esa profundidad completamente armada.
Y así paso los días, agarrada a esa última visión antes de dejarla atrás y seguir andando… y es que el hormigón es demasiado pesado, está demasiado anclado al suelo como para querer vivir con ligereza y esperanza.
Y en mi mente, mientras el bus recorría el desierto y sus montañas de colores, siempre una canción buried in my soul…
You found the light in me that I couldn’t find
So when I’m all choked up
But I can’t find the words
Every time we say goodbye
Baby, it hurts
When the sun goes down
And the band won’t play
I’ll always remember us this way…
#womanwordinlasvegas
De mi Aventura #1month7cities7states
🌸 y en mi web www.womanword.com sección Destinos – América – Estados Unidos – Las Vegas
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