Fue el tiempo que pasaste con tu rosa…

0

“Soy un artista del vivir; mi obra de arte es mi vida”, R.S Sharma.

No hace mucho o tal vez una vida entera, jugaba a ser una estrella dorada en el firmamento apagado de la gran ciudad, bajo luces de neones y bombillas deslumbrantes, cuando una de mis muchas yo vibraba de sarao en sarao, de avión en avión, de vestido en vestido.

Posa, crea, entrevista, viaja, echa más horas al día, no dudes, no llores, no caigas, sigue, no te impliques, toma algo, baila, sonríe, charla, da igual que sea trivial disfrazado de profundidad supina, conversa, asiente, rompe, pierde el control, retómalo, ríe, emails, cientos de emails, proyectos, reuniones, presupuestos, taggea, mira como amanece, posa, checkea en qué ciudad estás, coge aire, escribe, coge un avión y vuelta a empezar.

No pares.

Prisa.

Ritmo.

Fuego.

Dicen que sabes la calidad de tus relaciones cuando descubres cómo te tratan o si esa gente que formaba parte de tu vida, se queda cuando ya no necesita nada de ti.

“Tu antigua vida”, me decían hoy y me ha dado qué pensar.

Soy camaleónica y versátil, pero hay cambios que suceden por dentro, en las profundidades del ser.

No os voy a engañar, ya que nunca lo he hecho, a veces lo echo de menos.

El vértigo, la rapidez, lo fluido, la agenda a reventar, el des y el control, la libertad absoluta, el poder y entre todo ello estaba yo.

Yo: Aprendiendo a dejarme ver.

Sin miedo.

Sin presión.

Simplemente siendo.

Aprendiendo a quitarme esas corazas, esas poses, esos disfraces, modos y convencionalismos. Decidiendo por qué no estaba cómoda, por que estaba enfadada, ansiosa, por qué a pesar de todo, me sentía tan sola.

No te confundas, le estoy MUY agradecida, todo lo que soñé coronar, fue coronado. Valkiria de fuego sin fronteras, ni imposibles, capaz, verdugo y fuerza.

Seguidores, comentarios y stats. Crea, compara, analiza.

La creatividad supeditada a lo que se consume. A veces sentía que me ahogaba…

Llegó 2020 y paré, bloqueé, redescubrí.

Creé hogar, vínculos e hice más profundos mis valores.

Me quedé. Con todas las letras, con todo su significado.

Introspección, espacio y distancia.

Amor propio, autocuidado y perdón.

Y también le estoy agradecida.

Somos una multitud de vidas dentro de una misma y joder, me encanta la que está comenzando a salir, sana, tranquila, paciente, llena de amor y tiempo, cargada de todo, confiada y segura, iluminada, con posibilidad, hogar, seguridad, conversaciones sencillas que calan, luz, asertividad y cariño, tiempo para un café, cervezas y buen vino.

Ahora lo quiero todo, ese todo que me aterraba es hoy mi presente y el futuro en el que quiero construir.

Quiero quedarme, lo quiero TODO en paralelo, quiero fregar los cacharros mientras cocinas, quiero mirar a los ojos y sostener la mano de quienes sí me ven y se han quedado por la persona que soy cuando ya no queda nada, cuando incluso ya no quedan ni fuerzas para ponerme de pie.

Familia.

Deporte, mar, cocinar, paseos, viento en la cara, personas que aparecen y alientan y planes, muchos planes, planes de día que ven anochecer, sin hora, de mesa en mesa, con ganas y con música que me hace sonreír.

Agendas con nombres, rostros y apellidos, proyectos nuevos que elevan en direcciones diferentes y una mirada dulce, azul, honesta y sincera que ya no atraviesa si no que abraza.

Calma.

“Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante”.

Me ha dado que pensar.

#womanword


Un texto que habla del cambio de vida, de rumbo, de volver a empezar, de cambiar, de vivir de forma plena, de bajar la frecuencia y ser feliz.

Share.

Leave A Reply