Los Angeles en un fin de semana

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En mi ruta #1month7cities7states sigo mi aventura desde Las Vegas hasta Los Angeles, en este 1 month solo trip.

Ésta vez, dos días para recorrer la ciudad al completo, sus playas y sus lugares icónicos, recorrer sus barrios y ser parte de su vida local.

Para ello, me alojé con unos amigos en el eastern.

#WOMANWORDinLA

Vive el directo de mi aventura en mis destacados sobre Los Angeles, en instagram.

@Woman_Word

 

Sigue leyendo, tras el vídeo y descubre mi ruta completa

1/ VÍDEO COMPLETO

 

2/ RUTA COMPLETA

En mi ruta por Estados Unidos, llegar a Los Angeles, en California, fue cumplir un sueño. Cada paisaje ya lo había vivido mil veces y verme allí, por fin, fue mágico.

 

¿Quieres ver más?

Todas las fotos y textos de mi aventura en Los Angeles:

Sigue leyendo y descubre todo, punto por punto:

  • Downtown
  • Venice Beach: brunch, surf & skate
  • Rodeo Drive, Melrose Place & Beverly hills
  • Hollywood: Hall of fame & Hollywood hills
  • Una barbacoa y una fiesta americana
  • Santa Monica & Pacific Park
  • Malibú

Llegar a la cinta, recoger la maleta nada más salir, pedir un uber y conducir por sus autopistas de 6 carriles (ida), 6 carriles (vuelta).

Mientras mi conductor hablaba en voz alta sobre sus desamores con un amigo, atravesamos downtown con sus palmeras, sus altos edificios y su toque de construcciones hispanas coloniales, como sucede a lo largo de todo California y como también veíamos en San Francisco.

Mi primera parada east LA, una casita típica americana, en un barrio típico de Los Angeles, cerca del estadio de los Dodgers, para vivir, en una casa instagrameable, la vida local de la ciudad, en un fin de semana.

 

¿Dónde comer en LA?

1/ En east LA, la comida es un must.

  • Mi primera noche en la ciudad, un viernes, recorro con mi amiga Karen sus barrios, sus hills y por supuesto, la zona más hipster de la ciudad hipster por excelencia.

Para cenar, entre los street arts de Sunset Boulevard, spicy margarita y hamburguesas en Sawyer.

Para la noche, pasea por Sunset Boulevard degustando los mejores cócteles de la ciudad.

  • Como no podía ser de otra manera, mi última noche en la ciudad, tuve la suerte de cenar en un precioso restaurante local, de ámbito hogareño, decorado como una típica casita judía. Ternera en su jugo para disfrutar de la comida judía. Búscalo, se llama Freedman’s.

 

2/ Llega el día y el paseo obligatorio por Venice Avenue para hacer el brunch.

Tostadas de aguacate, poke, mimosa y té de violetas (con tequila). Sus restaurantes, tiendas boutique pet friendly, junto a sus mercadillos, harán que quieras pasar aquí todo el sábado por la mañana.

 

3/ Pasear por Venice Beach desde por la mañana, requiere un Vanilla Late del Starbucks y una bolsa de pretzels para sentarte en la arena a ver a los surferos camino a Santa Monica.

 

4 / Para comer en Santa Monica, nada mejor que los sandwiches de pastrami en Broadway.

 

Vida en el eastern:

Del Downtown a la vida en familia & BBQ – East LA, CA

He de decir que he quedado enamorada del estilo de vida de East LA, CA. Barrios tranquilos, de street art brutal, restaurantes y cafeterías cuidadas de comida casera y todo el estilo del mundo y por supuesto, cerca del resto de la ciudad: Venice, Downtown…

En casa de mis queridos amigos, he sido tratada con cariño y mimo. Para desayunar, café recién molido, leche orgánica vegetal y, por supuesto, tostadas de mermelada de frambuesa, mantequilla de cacahuete y plátano, rodeada del diseño y el confort de los hipsters del siglo XXI. ¿Se puede ser más feliz?

Mi segunda noche en la ciudad, mis amigos me llevaron a la fiesta en un backyard de un grupo de productores musicales, representantes, actores, actrices, cantantes y personas relacionadas con el marketing y las relaciones públicas. Un ambiente espectacular e interactivo, donde la barbacoa daba olor al resto de vecindario y los vasos rojos eran repartidos por doquier.

Bailé, reí, hablé en 4 idioma diferentes y lo más especial, además de pasar la noche bailando reggeaton y Rosalía (sí, en Los Angeles), ¡asé marshmallows como en las películas! Con un palito y una hoguera. Después, me enseñaron con cariño y dulzura, ese cobijo americano que me hace ensalzar el carácter tan social de una cultura tan capitalista, cómo poner el marshmallow derretido en galleta con chocolate. ¡UNA DELICIA… con altura!

 

Venice Beach: Street Art, brunch, surf & skate

Ocho carriles ida, ocho carriles vuelta desde el east hasta Venice Avenue.

Tiendas boutique, cero plástico, California Ave, Andalucía Ave, sitios pet friendly, mercadillos locales, naturaleza, lectoras de manos, San Juan, street art, hippy mood, hipster style y los mejores restaurantes para hacer el brunch de la ciudad.

Una vez en Venice Beach, acontece la magia: skaters, vigilantes de la playa, cabinas de socorrismo (¡cómo en las películas!), carteles en inglés y ya por costumbre en español (doble idioma), surferos a millones plagando las olas de manchas negras y patinadores en el carril bici, al lado de la calle principal dejando la playa a tu izquierda, repleta de obras de artistas locales y restaurantes.

Rodajes de películas, series y concursos, el aroma del Pacífico y hasta una triatlón. Los Angeles es una ciudad que palpita en cada instante y la posibilidad se torna tangible.

Pasear por la playa, hacer una clase de yoga en la arena y seguir andando hasta ver aparecer frente a ti Pacific Park es una experiencia indescriptible, hacer un sueño realidad con tus propios pasos hacia los paisajes que tantas veces habías soñado vivir.

Estaba por primera vez en LA y sin saber cómo o por qué, me sentía parte de ésta extraña y plural ciudad, en la que los baños públicos abundan y siempre están limpios y con papel disponible (esto me parece un dato súper importante).

 

Santa Mónica, Pacific Park & Malibú

10 dólares te dan acceso a una vuelta en la montaña rusa más famosa del mundo. Ésa que se alza sobre el océano Pacífico, sujeta por firmes postes anclados a la orilla, sobre el agua y tiene las mejores vistas del mundo (y eso que vengo del Stratosphere de Las Vegas).

Un sueño hecho realidad. Tras el parque de atracciones, su noria, su barco vikingo, su tiro de bolas, pesca de patos y palomitas recién hechas, paseamos por su pier donde los de Red Bull hacen concurso de skate, masajes y hasta encontramos una competición de ninja warriors.

Llegamos al final de la Route 66 en pleno muelle de Santa Monica y sus restaurantes (como el Bubba Gump) y me abrazo a su poste sintiéndome parte de la carretera en éste periplo por Estados Unidos.

Seguimos paseando bajo el sol entre Colorado y Ocean Road. Escuchamos música de un talentoso pianista en directo en el Palisades Park y en Broadway, disfrutamos de un delicioso sandwich de pastrami y del encantador ambiente de Third Street Promenade, con sus fuentes públicas con adornos de tortugas.

Para terminar el día, nada mejor que recorrer las montañas de Santa Mónica, Triumph Canyon y Calabassas hasta Malibu, para pasar una tarde de playa perfecta.

 

Beverly Hills, Melrose Place, Rodeo Drive, Hollywood & Hollywood hills

Lo mismo sucede cuando, siempre en coche, la única manera de moverte en LA, llegas a Melrose Place, Bel-Air, Beverly Hills y, por supuesto, a Rodeo Drive.

Sorprende la cantidad de construcciones coloniales de la zona y reconforta a la vez, haciendo que una se sienta, extrañamente, en casa, a pesar de estar al otro lado del mundo.

Una siente la necesidad de vestirse en consonancia con el lujo y la clase de ésta calle: boutiques de grandes marcas, restaurantes elegantes, lujo, glamour, apariencia y excentricidad.

Excentricidad que crece al llegar a Hollywood, motos y coches de grandes cilindradas rugiendo con la música a todo trapo.

Recorriendo el paseo de la fama, sus estrellas con los nombres de los artistas de todos los tiempos y los mayores momentos populares de la historia americana (nuestra historia al fin y al cabo, dado que hemos crecido con sus películas y series de televisión).

Tras gritar uno a uno los nombres de los personajes que pisoteamos, recorrer teatros, la zona de las películas, la zona de la prensa y los cafés, miramos hacia arriba y allí está, como en un sueño, el famoso cartel.

Coche hacia arriba en las Hollywood hills (morada de famosos y senda de los tours de las casas de éstos y anécdotas curiosas), me hago la foto esperada con mi cartel y no quepo en mí al conseguir hacer realidad un sueño y sentirme parte del mismo, por fin.

 

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