Me propongo proponer en un año que termina, para un año que comienza
Parece como una necesidad, algo instintivo que se despierta en nosotros cuando el calendario va llegando a sus últimas hojas, a sus últimos días un año más.
Además de las bragas rojas para atraer a la buena suerte, cuando termina y cuando está a punto de comenzar el año, parar en este ojo del huracán donde parece que el tiempo se ralentiza y mirar alrededor intentando hacer balance es, sin duda, una de las tradiciones navideñas más importantes.
Muchos, para evitar el temor de mirarse al espejo, tarea ardua de autoconocimiento y severidad ante los retos no conseguidos y aquellos otros olvidados por falta de tiempo o de miedo… buscan el ruido, las prisas y el descontrol para evitar sentirse frente a sí mismos, ¿su técnica? Seguro que la conoces: Verse inmersos en cantidad de fiestas, comidas y cenas haciendo equilibrismo entre sus citas y asegurándose de que no quede ni un huequito libre y de que todo el mundo sepa lo ocupadísimos que están. El miedo a la soledad y al silencio queda como tarea pendiente, aunque bajo esa forma incómoda y reconfortante aprendamos a hablar con nosotros mismos.
La actividad y el ritmo diario evitan la introspección y así, a veces, es más fácil seguir sin ser consciente de nuestros errores, el más común, el más macabro, vivir ajenos a nuestros sueños, dejándonos llevar mientras los días pasan y se pierden.
Decidí parar toda actividad y en lugar de crear muchas citas, anularlas todas encontrando una paz extraña, envolvente y segura que hace ver quién eres y sobre todo, quién quieres ser.
Como cada año, desde hace algunos pocos, me paro y dejo que el tiempo vuele a mi alrededor, mientras me siento a escuchar qué me cuenta. Miro los doce meses anteriores y pienso qué pedí el año pasado, qué se ha cumplido, que no y por qué.
Y me veo a mi misma, chiquitita y contemplando como en un mapa, los recorridos que han seguido mis pasos y dónde me han llevado.
Doce deseos por doce uvas y doce propuestas para un año que comienza cargado de posibilidad y energía:
- Búscate a ti mismo, sin miedo. Mírate al espejo y acepta aquello que ves.
- Da pequeños pasos que te lleven a ser la persona que quieres ser. Despacito, no hay prisa.
- Lucha por ser feliz cada día, mímate, consiéntete y trata bien a los demás para, de forma hedonista, sentirte bien tú. No hacen falta grandes actos, pero sí actos diarios. Créeme, están cargados de fuerza.
- Muévete, como quieras, pero levanta tu culo del sofá y muévete, como sea, dónde sea, cómo quieras. Sólo muévete: camina, corre, baila, salta, haz zumba, ve al gym, viaja, pasea, lo que quieras, un ratito, cada día… No es por tu cuerpo, es por tu cabeza.
- Rétate a ti mismo, sal de tu zona de confort, haz aquello que te dé miedo hacer.
- Habla con la gente a tu alrededor, con toda, salúdala, incluso con la señora que tienes al lado en el metro.
- Si eres hombre, por favor, deja de dar tu opinión a las mujeres sobre su físico, créeme, no nos interesa. Empieza a pensar que somos todos seres humanos, igual encuentras la igualdad y te sorprendes del mundo que podemos crear.
- Eres guapa, eres guapo, tal y como eres, no necesitas nada más que tu sonrisa, esa que nace del corazón, deja de agobiarte y sonríe, sonríe mucho.
- Aprende a dejar ir, aprende a perder con elegancia, aprende que a veces, el amor no lo puede todo, pero que, sin embargo, aprender a parar, aprender a decir adiós, es también uno de los mayores actos de amor que existen.
- Lee mucho. En papel, por internet, lee, contrasta, busca… no te creas todo a la primera.
- Busca el trabajo que te permita ser feliz y vivir tranquilo, cual sea que sea tu idea de la tranquilidad, pero que sea tuya.
- De vez en cuándo, escucha a un niño, escucha a una persona mayor, escucha a tu vecina, a tu amiga, a tu madre, sólo escúchales.
Doce propuestas de propósitos.
Ya os avisé al principio del artículo, me propongo proponer en un año que termina, para un año que comienza.
Feliz Navidad y Próspero año nuevo.
2 comentarios
Te haré caso en esos própositos que dices. Me parecen los mejores consejos que se pueden dar. Felices propósitos nuevos!!!!
Gracias, María <3