Valencia y de por qué acabé enamorada de su azul

14

“Tengo alma de marinero…”, en definitiva, yo nací en el mediterráneo aunque eso sí, desde el corazón de Madrid.

Dicen las buenas lenguas que Valencia es la playa de Madrid, el todo que completa en ciudades hermanas y amigas dos esencias parecidas.

Nada más nacer, mis padres hicieron las maletas y me bañaron en sus aguas: “hija de las mareas serás”, dijeron y acertaron en veredicto encomendado. Desde ese momento, mis ojos tornaron azules y su pleamar, sus atardeceres rosa, la furia de sus lluvias, la calma en arcos iris, kilómetros de costas de arena fina y aguas donde el aire sopla con aroma de azahar componen mi esencia unida a ella, la mar mediterránea.

Surcar sus olas se vuelve una aventura diferente cada amanecer y cada atardecer mil cosas por hacer abren partida. Desde la gastronomía de sus pueblos, sus barquitas de madera, su albufera silenciosa cargada de vida, sus reservas naturales, de aves, de dunas, su horchata con fartons, esos helados de almendra, pistacho y avellana, las siestas bajo la sombrilla, ciudades con historia, arquitectura, museos y ese gusto extraño por los petardos.

Valencia enamora, encandila y atrapa y cada temporada encuentro el momento para escaparme y sentarme a contemplar.

Share.

14 comentarios

  1. Gratos recuerdos mantengo en la memoria, en sus playas y paseos, en sus cenas mirando al mar, pero me provoca una sonrisa que seguro compartes aquella frase de ” yo quiero un helado de sangría” besos, WOMAWORD

  2. Estoy deacuerdo contigo. Valencia enamora, quizas por eso se le llama la playa de Madrid, porque nos sentimos en casa. Me enamora el parque de la Albufera y sus casa modernistas, su mercado central, su horchara…. Ay Valencia!!!!

  3. Que lindas tus palabras, no conozco Valencia pero ahora quiero ir a conocerla, ya he participado en el concurso, es una buena oportunidad

Leave A Reply