Cáceres: Los Barruecos, secretos escondidos y arte contemporáneo

6

Los Barruecos, secretos escondidos y arte contemporáneo

Llego a Los Barruecos cuando el sol saluda desde lo más alto. Aquí la carretera parece estar esperando al viajero y lo recibe con tranquilidad y color.

A ambos lados del asfalto la naturaleza se descontrola, de un lago el verde y la paja crecen bajo los árboles, del otro, el agua y sus peces y galápagos, dan paso a altas maderas en cuya cima, protegidas del mal del humano y de la electricidad, las cigüeñas anidan. Este cuidado especial hizo que el ’97 se le declarase como Pueblo Europeo de la Cigüeña.

En el cielo de este parque natural, miles de aves recorren el azul oteadas desde tierra por quienes aman su vuelo y su pluralidad.

El águila calzada, el abejaruco común, la garza, el ánade real o la cogujada, entre otros, sobrevuelan la peña la tortuga, diferentes tumbas antropomorfas, bujíos, formaciones como la bomba, el bolo, la horca, la peña del caracol y hasta grabados y pinturas rupestres en este recorrido donde entre la vegetación, la charca del barrueco de abajo y la de arriba, aportan azul, luz y claridad.

Un lugar donde la acampada está permitida tras el permiso del ayuntamiento en el paraje de San Isidro, donde las sendas explican y recorren el entorno incluso para los invidentes. Un monumento natural de casi 320 hectáreas y 330 millones de años localizado aquí, en Malpartida de Cáceres.

Diferentes sendas con diferentes recorridos marcados y dificultades especificas en las que diferentes temáticas tienen cabida: Las charcas, Barrueco de Arriba, patrimonio geológico y arqueológico finalizando con el poblado neolítico de más de 6000 años de antigüedad; el sendero de los sentidos, un tramo realizado para personas con movilidad reducida y donde podremos poner a prueba el tacto, la vista, el oído y el olfato.

Todas las rutas pueden unirse entre sí. Para más información, no dudes en acudir a su centro de interpretación del Monumento Natural distribuido en temáticas: geomorfología, geología y paisaje, flora, fauna como la cigüeña y su gran biodiversidad zoológica, ya que podemos encontrar hasta nutrias en este parque; y patrimonio arqueológico.

Más allá, en el lavadero de lanas del siglo XVIII, declarado bien de interés cultural, se encuentra, mirando hacia la charca, el Museo Vostell, de arte contemporáneo, en cuyo interior comprendo por primera vez esta modalidad y donde la vanguardia internacional tiene cabida con obras de crítica social, histórica y económico. Con piezas incluso de la mismísima Yoko Ono.

Para terminar esta aventura, almuerzo en el Restaurante Eustaquio Blanco, su rico foie, todo tipo de ibéricos de la tierra, queso torta del casar, exquisito postre de frutos rojos y licor de bellota. Extremadura pura en sus cuatro costados.

Bien recuperada, sigo mi aventura. Ahora, el viento me impulsa hacia Valencia de Alcántara.

Los Barruecos by WOMANWORD

Los Barruecos by WOMANWORD

Los Barruecos by WOMANWORD

Los Barruecos by WOMANWORD

Los Barruecos by WOMANWORD

Los Barruecos by WOMANWORD

Los Barruecos by WOMANWORD

Los Barruecos by WOMANWORD

Los Barruecos by WOMANWORD

Los Barruecos by WOMANWORD

Share.

6 comentarios

Leave A Reply