Hay un lugar en París, a las afueras, un pueblo de antigüedades y oportunidades, de objetos con siglos acumulados e historias escondidas.
Hay un lugar en París donde los vendedores llevan ropas ajadas y buscan y rebuscan entre sus mercancías con grandes lupas y espaldas encorvadas.
Hay un lugar en París donde los muebles se amontonan y los perfumes se venden en frascos de cristal demasiado grandes o demasiado pequeños, donde las letras se entrelazan formando montañas de pensamientos, donde los colores toman las calles y los salones renacentistas se colocan en pequeños corredores.
Hay un lugar en París donde las muñecas de porcelana son peinadas con mimo y los juegos de té lucen elegantes entre vinilos, alfombras, gritos y zapatos.
Hay un lugar en París donde comprar el pasado y reinventar el futuro, rincones donde las manos se entrelazan y las miradas se unen. Un lugar donde bailar abrazados y cerrar los ojos sintiendo que todo converge.
Bienvenidos al marché aux puces.

WOMANWORD à Marché aux Puces

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Situado en la Port de Clignancourt.