El Rayo que No Cesa

0

Miguel Hernández y su rayo que no cesa, obra literaria de referencia, poesía y corazón

En una edición ajada doy mis primeros pasos entre los versos de Miguel Hernández y una de las obras de la literatura española de referencia: El rayo que no cesa.

Versos escritos en su poesía amarillenta y con olor a historia, una que refleja el sentir más amargo, el dolor más sincero y el amor más humano. Una que habla de España y sus errores, del ego y de la soberbia que nos dejó ciegos y del devenir de los días entre quienes sin galones buscaban el sentido en los pequeños motivos.

En su corta vida (1910-1942), Miguel, hijo de campesinos, subo cultivar la mente inquieta y las palabras acertadas. Fundador de la revista El Gallo, hijo adoptivo de Madrid, perteneciente a la generación del ’36 y apodado por Dámaso Alonso como “genial epígono de la generación del ‘27”, Hernández fue acallado y asesinado por el régimen franquista.

Hoy sus versos aún resuenan contra la dictadura y lo inhumado de los cuellos demasiado rígidos y los corazones congelados bajo bandas color azul.

El rayo que no cesa ilumina con su sensibilidad, con su dolor y su dedicatoria: “A ti sola, en cumplimiento de una promesa que habrás olvidado como si fuera tuya”.

Entre sus páginas, parece imposible no preguntarse, ¿cuántas metáforas encuentra el amor para ser descrito?

Como ejemplo, su poema número 23:

“Como el toro he nacido para el luto
y el dolor, como el toro estoy marcado
por un hierro infernal en el costado
y por varón en la ingle con un fruto.

Como el toro la encuentra diminuto
todo mi corazón desmesurado,
y del rostro del beso enamorado,
como el toro a tu amor se lo disputo.

Como el toro me crezco en el castigo,
la lengua en corazón tengo bañada
y llevo al cuello un vendaval sonoro.

Como el toro te sigo y te persigo,
y dejas mi deseo en una espada,
como el toro burlado, como el toro”

Fotografía y Texto por Rocío Pastor Eugenio.

Fotografía 100% libre de retoque digital. Como siempre aquí, en WOMANWORD.

Share.

Leave A Reply