El lunes sacaba un post hablando de la naturaleza en Terceira, lleno de datos, fechas y curiosidades sobre todo lo que descubrí en esta maravillosa isla, pero no dejé entrever los sentimientos que recorren la piel cuando los siglos aparecen majestuosos en espacios delicados, fortalezas que el mundo ha creado para sí mismo, naciendo y renaciendo, mostrando su fuerza su tenacidad, su paciencia…
Humildad entre paredes de basalto y peligrosos gases que ascienden bajo gotas de agua filtradas de la lluvia y del mando del verde que inunda los prados.
Aguas llenas de vida, aguas de paso, aguas de vida.
Montañas volcánicas con vida en forma de lagos, lagunas, altos árboles y flores de colores.
Islas que palpitan esperando su momento, aguardando, conviviendo y mostrando su capacidad de regir vida más allá de los momentos.
Formar parte de este entramado hace humilde y engrandece. Una siente orgullo y a la vez conciencia.
El viernes, el vlog para que viváis conmigo todo lo que describo: WOMANWORD en el corazón de la tierra.
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