NUMANCIA: "NO HAY LIBERTAD SIN DIGNIDAD"

“NO HAY LIBERTAD SIN DIGNIDAD”, cierra la obra.

Caen las luces y en pie se alza un público al que le ha sido recordada la esencia y la palabra, la fuerza y el coraje de una España que moría por la libertad ansiada antes de rendirse en pleitesía.

Una España que ganaba guerras a base de las honradas gestas de sus gentes. De quienes hogueras ardían en pechos y plazas, deshaciéndose de valores que en materia eran codiciados y enardeciendo el alma y su valía en pro de la humanidad y los derechos en solidaria llamada.

Numancia, nombre que resuena en los abismos, en las paredes rojas de una sala adecentada. Teatro clásico en contemporaneidad fundido. Tremendas las luces, los lances y las ropas. El ritmo, el silencio y el vacío. Las palabras amplias y la conciencia entendida. Cervantes, tu lengua engrandecida.

Ansío hablar en verso y en español cuidado. En lírica grandilocuente y en hazañas consabidas.

Esperpento que duele y verdad que eleva. Hambre, muerte, enfermedad y guerra y una niña que, inocente, alza la cabeza y con fe ciega actúa, pues la “libertad, sin dignidad, no existe”.

Historia de España escrita por sus gentes y hoy, mis manos en teclado de ordenador ligero en oda retransmiten lo que el teatro ha de ser en fuero interno: LUCHA, VERDAD Y DEMOCRACIA, PALABRA DEL PUEBLO EN PRO DE LA CULTURA.

ESCUCHAD EL CANTO Y ABRIR LAS MENTES, PUES EN SOLIDARIA SENDA ESTÁ LA VÍA QUE NOS HAGA LIBRES Y NOS RECUERDE QUE SOMOS UN PUEBLO, SIN GÉNERO Y VALIENTE.

Alcen mis manos, en tus manos, la memoria.

Por Rocío Pastor Eugenio

(Como todo lo publicado en WOMANWORD, vamos)

“En libertad me fundo”

“Héroes, heroínas, pues la libertad no tiene sexo”

“Bebamos de las letras de Cervantes”

“Por ti vivo y en ti creo”

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