Viajar permite ver la vida desde diferentes ángulos. He aprendido a vivir de viaje y a respirar el día día. Vivo enamorada de mar y sólo el mar me calma por dentro.
En este maravilloso viaje, mi terraza se inundaba de azules y dorados cada día. Os traigo un poquito de esas vistas que llenaron mis ojos.
Y con estas fotos, comparto mis pensamientos, esos que me dejan cerrar los ojos y bailar al horizonte. Me apetecía sentarme a mirar un mar en calma que se despereza lento mientras amanece, por eso, me he vestido de marinera con una trenza apretada contra el viento para que, como canta marea: “las horquillas de espuma remachen sonrisas de hierro que disipen las brumas (…) báñate en mis ojos”.
#WOMANWORDdeCrucero en Instagram. No te pierdas mis fotos.