Alumbra un foco naranja, un hombre aparece en escena arrastrando los pies. En su arrastrar un ritmo, a éste se unen los otros seis componentes de Cambuyón y ya está, con fuerza tesón y musicalidad se crea el espectáculo: danza, voz y percusión.
Ritmos que nacen de dentro y dejan llevar. El cuerpo, las palmas, los pies… Medios sencillos que permiten jugar con el todo y hacer sentir.
La música, esa magia invisible que nos define, nos describe y narra historias que saben a sensaciones.
Hasta el 17 de abril en el Teatro Nuevo Apolo, ¿te lo vas a perder?
Estos chicos han viajado con su espectáculo desde Broadway hasta Madrid fusionando el arte urbano con el mestizaje cultural: chaqué, hip hop, flamenco, percusión corporal y hasta bonitos y sabes sones cubanos. Un Cambuyón, eso mismo, culturas intercambiadas entre el fondeo de los buques comerciales que surcaban los mares uniéndonos, sin darse cuenta un poquito más.