Dicen los chistes que es más difícil encontrar un madrileño humilde que un catalán generoso. No me gusta generalizar, pero como gata castiza y chulapa diré que mi Madrid es bello, acogedor y pichi a más no poder.
Tenemos lenguaje callejero, hacemos sentirse como en casa a los de fuera, que se instalan entre nuestros barrios más populares, como uno más. No es raro oír un: “yo soy de Madrid”, en acento gaditano, francés o italiano. Nuestras calles se abren y conviven a pesar de la política o de la economía, de los rufianes, los mangantes y los machistas. Madrid se une y es capaz de cambiar la historia, un Madrid que abraza al cielo y baja para salir de fiesta.
Una caña, una mirada y edificios que cuentan historias.
Hoy, tras mi primer paseo, sigo caminando por un Madrid con luz de invierno y tiempo cálido.
El viernes que viene, mi tercera ruta.
¿Viajas Conmigo?
Ruta
Tras visitar la Puerta de Alcalá, el parque del Retiro, el Jardín Botánico, el Paseo del Prado, Los Jerónimos, la esplanada de Prado, la Plaza de Neptuno y las Cortes, en el primer vídeo, ahora seguimos adelante desde la Plaza de las Cortes por Calle Huertas, pasando por la Plaza de Santa Ana, el Jardín del Ángel, la Plaza del Ángel, Jacinto Benavente, la Puerta del Sol, Calle Mayor, Plaza Mayor y Mercado de San Miguel bajando hacia el Puente de Segovia, Catedral de la Almudena, Palacio Real, Plaza de Oriente, Jardines de Sabatini, Plaza de España, Plaza de Isabel II, Calle Arenal, Cortilandia, San Ginés, Puerta del Sol para comer una palmera de chocolate en La Mallorquina y bajando Calle Alcalá hasta Cibeles y de nuevo a Puerta de Alcalá, dos vídeos, un día.