Tan de moda el término anglo de autoretrato y un fenómeno desarrollado gracias a los smart phones que vuelve a la tradición teatral para jugar con el concepto de mirarse a sí mismo como en un espejo.
Así sus diferentes personajes juegan a verse reflejados a ellos mismos en los demás, creando diferentes estados de ánimo y desvelando secretos, momentos del pasado y relaciones entre ellos.
En tono de comedia y en una pequeña sala de Chueca: Azarte, la obra se desarrolla bajo la dirección de Alberto F. Prados.
Y es que la compañía La Lirio hace reír con pequeñas cosas, actitudes exageradas y personajes cercanos que se hacen querer en su locura, en sus salidas de tono y en su debilidad ante la vida, cogiendo fuerza para seguir andando del amor que les une entre ellos.
Amalia Hornero, centro de la obra, ruge en escena con una personalidad brillante y una voz que acoge y abraza. Tierno y sencillo, Ventura Rodríguez; ácido e inteligente, Sergio Pozo y junto a él, un tanto desquiciada, nerviosa y muy dulce, Laura Río.
Una obra que merece la pena compartir para pasar un rato sencillo y apostar por el arte que se abre paso a codazos buscando un lugar para poder hacer sentir y poder sentirse artista.
Como decía Maquiavelo: “No hay peor desgracia que tener un don y no poder utilizarlo”, felicidades, compañía, por buscar la forma de poder seguir sintiendo teatro.
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2 comentarios
Una maravilla los consejos de Womanword, y las críticas sinceras. Gracias!
Una obra diferente y muy completa. Brillante por su sencillez. Casi dos horas de pura realidad que pasan en cero, coma.
Muy, muy, recomendable!