No sé si se debe al viento, a la calma, al paisaje o a los miles de ceniceros que uno encuentra a su paso, pero lo cierto es que Formentera es una isla que invita a fumar.
Puede que la razón se deba a ese halo contemplativo que la envuelve, con misterio y con mirada clara, ensoñaciones y sueños vividos, así es Baleares, un completo de formas posibles.
Un claro ejemplo es seguir la ruta desde Es Caló hasta el Mirador de la isla: verdes, azules, blancos… una vivencia salida de un cuadro de Sorolla.
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2 comentarios
Me dejas perpleja con lo de la invitación a fumar¡¡¡¡WomanWord es la primera vez que haces una reflexión así en tus reportajes.Las fotografías son evocadoras y sugerentes.
Jajajaja no es una invitación, es más bien una metáfora que invita a pararse y a mirar. Fumar la vida, mejor que tabaco, siempre.