L’Abbaye de Valmagne, en Villeveyrac, está situada al Norte del Bassin de Thau, entre Villeveyrac y Montagnac.
La abadía es un gran monumento histórico de la región que acoge a más de 40.000 visitantes por año. Dominio vitícola de 58 hectáreas dentro del área con denominación de origen controlada: Languedoc y Grès de Montpellier, es a su vez cava de degustación, conservatorio de cepas, jardín medieval y una granja de ocas.
Construida en el Siglo XII, fue vendida tras la revolución en 1832 por el tatarabuelo de Philippe d’ Allaines, quien sonriente, callado y seguro, sirve sus propios vinos cultivados nueve generaciones después, orgulloso de estar recomendado desde 1995 en la guía Hachette.
Su producción biológica permite dar al vino una acidez interesante. Bajo el sobrenombre: “Le secret de frère Noneque”, es posible degustar varios vinos de “pays” de denominación Languedoc y Grès de Montpellier.
Noneque, quien existió realmente, era el bodeguero oficial, el somelier y el responsable del cultivo durante el Siglo XV, fecha en la que durante las “guerras de religión”, como explica el tataranieto, se refugió en esta Abadía tan curiosa y a la vez consciente, en la que intramuros, las barricas gigantescas se apilan frente y alrededor de la virgen.
En una esquina del ábside, una cruz sin imagen dolorida, una cruz representada por una vid cuyo tronco crece y se retuerce recordando que somos tierra y, nada más.
En el interior de la abadía el jardín crece al canto del agua y cerrar los ojos parece sencillo invitando a la reflexión.
Más allá de los muros, las viñas crecen en cepas y las plantas aromáticas recuerdan al Jardín de Plantes de París.
Nota al Lector
Antes de abandonar la Abadía, siéntese a degustar el vino blanco Cuvée Bernard et Benoit Languedoc y el tinto Cardinal de Bonzi, una apuesta al paladar.
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1 comentario
Madre mia, qué bonito!