Día uno
He viajado por cuatro países diferentes en sólo 8 horas he cogido un vuelo de Madrid a Múnich, con escala de Múnich a Trieste, me ha venido a recoger el conductor Igor que me ha traído hasta Pula, tras otras dos horas en coche y después he paseado por toda la ciudad bajo el arco de Adriano buscando el hostal que al final ha resultado estar frente a la plaza del arco construido por la viuda dolorida por la pérdida de su familia al completo en la guerra. Y es que Croacia tiene mucha historia, tanta como la que estoy apunto de vivir yo en esta aventura de WOMANWORD with Share Istria.
Al fin, al llegar a la cama, cansada tras el viaje y con los ojos deseando soñar lo que está por venir, cuando pensaba que no podía pasarme nada más, cojo la crema de la alergia para lavarme los dientes y al ir a correr las cortinas, están toman la decisión de dejar caer sus barras encima de mi cabeza.
Me duermo frotándome el brazo protector y esperando la hora en que el despertador suene.
En Pula, comienza mi aventura. Una ciudad colonizada por las grandes culturas, se deja sentir aún por su carácter italiano, bajo el Reino de Venecia. Romanos, austrohungaros, un importante puerto y una ciudad cosmopolita y adaptable.
En julio se celebra el festival de cine al que solía venir Sophia Loren y hoy, grandes estrellas de EEUU, vienen al opening y a disfrutar de playas de agua cristalina y música en las calles.
Recorremos una ciudad que palpita en su coliseo y en sus galerías subterráneas, que disfruta de sus ruinas romanas ne mitad de sus parques y que gusta del pescado fresco a la hora de comer.
Continúa el día camino hacia el mar…
Tras bucear viendo los fondos mediterráneos, vemos las casas de los pastores realizadas a mano y cogemos un carro tirado por dos burritos hasta Vodnjan, llegamos montando en carro de burritos y probamos el vino de rosa, vino blanco con agua y aroma a Rosa, vino de pasa y limonada realizada con las hierbas del camino, súper fresquita.
Después, cata de aceite de oliva en Meloso, para probarlo, un chupito de aceite, sin pan, ni tonterías, y así vaso a vaso, tres tipos diferentes: zizzolera, rossignola y busca.
Primero, se calienta el vaso en la mano, hasta 26 grados, en el aceite profesional importa el olor y el sabor, pero no el color. En cambio, el color de la botella debe ser oscuro porque sino el sol hace que la clorofila reaccione y el sabor cambia, se vuelve más fuerte y estropea la cosecha.
La flor del olivo sólo puede olerse tras el rocío, a las 6 de la mañana, el 25 o 26 de mayo, y notar así, su ligero toque a limón. Así nace la busa, fuerte, intenso y virgen extra.
Después comemos prosciutto en una fábrica artesana, de diez la cecina a la pimienta.
Resulta una maravilla conducir por los caminos de los pueblos de Croacia. En la costa, un barquito nos espera, cruzamos el mar, bañado de estrellas en una noche que en el mar se torna azulada y sin horizontes.
El GPS del piloto automático nos indica el camino que seguimos a ciegas, mientras la osa mayor por fin se camufla en un bosque de luces en el que la vía láctea y júpiter hacen de las suyas. Una estrella fugaz cruza el firmamento, casi sin prisas y así, empapados con la brisa marina, llegamos al faro que indica su presencia cada 3 segundos, otros tres y después doce. Atracamos y bajo, cargada de maletas. Mi cama es una litera que huele a humedad, a sal y a yodo.
Fuera, todo desaparece y entraban juego un faro erguido, orgulloso, que sin vacilar marca el ritmo con sus luces, reclamando su presencia y dando consuelo más allá de las olas. Yo duermo en su refugio, a su cobijo y me tumbo encantada a ver su brillo girando ostentando poderío cuando más allá, otro océano se eleva desde la playa cercana a la tierra hasta lo profundo inundado de estrellas, constelaciones y galaxias. Uno se siente pequeño y hasta agradecido por formar parte de un mundo como este, natural y humilde, impresionante y sencillo con una complejidad que no es otra que el ahora y el curso de una vida que termina mientras otra estalla en vida. Luz, oscuridad y magia que tiene lugar sobre mi cabeza y, mientras aspiro el aire de pinos y de sal, el universo transcurre en sus momentos.
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El hastag para este viaje es: #WOMANWORDwithShareIstria y #WOMANWORDinCroatia
8 comentarios
Que viaje más bonito. Como si estuviéramos a tu lado recorriendo los mismos caminos. Pronto tendré la oportunidad de ir a visitar este país. Obvio, me llevo los buenos consejos de womanword!
Me ha encantado el reportaje. Apetece visitar ese rincón de Croacia. Además con womanword se sienten las experiencias como si las estuviesen viviendo en tu piel.
Super consejos !! Muchas gracias Rocío
Yo quiero que me adoptes WomanWord, quiero ser como tú o por lo menos vivir lo que tú vives y de la forma que nos lo trasmites.Quiero estar en ése faro y ver todas las estrellas hasta que los ojos me lloren y no me dejen ver más de ése misterioso universo.Me he enamorado de Istria a través de tus palabras.
Womanword a la aventura!!!! Como siempre, es un placer leerte, consigues que por un momento nos olvidemos de los calores de Madrid, y nos vayamos contigo a recorrer el mundo!!!
Uno se traslada al paseo de las calles que visitas,a los mares que conoces, a la luz de la imagen que reflejas en cada fotografía. Es como viajar contigo a mundos distintos por cercanos, diferentes por no ser la rutas que establecen los comerciales lugares de turismo. Quizás por que nos enseñas la entrañable expresión de la historia real que cada lugar contiene a través de la sincera mirada de tus ojos.
Gracias, Antonio por este hermoso comentario
Qué bonito viaje Rocío. Se te ve feliz y disfrutando mucho. Qué buenos reportajes nos trae Womanword con la super reportera superRo!!!