Frank Sorbier ideó el nacimiento de la primavera para crear su colección SS2015 en la Paris Fashion Week entre musas vestidas de Alta Costura.
En un espacio fuera del tiempo y la geografía, un lugar secreto donde las hadas despertaban del invierno. Una primavera sacralizada sobre la piedra de un templo y una colección hecha jirones, representante del ciclo de la vida, final y comienzo.
Un despertar pausado, atemporalizado, donde entre el vapor y la cúpula de la Iglesia de Saint Honoré sumado al olor de incienso y al cambiante colorido del juego de luces, sus musas iban apareciendo en colores naturales, sobrios y dormidos, jugando sobre sus lentos pasos y creando realidades entre el ensueño.
Volúmenes, bordados y superposiciones bajo un peinado naturalista símbolo de los elementos del bosque.
Como punto final, una novia en boudoir. Sin más remilgos que el mostrar el interior de lo que antes estaba prohibido.