Andorra: Naturaleza en Bruto

Andorra es un país en el que en 464 kilómetros cuadrados los contrastes brillan por doquier.

Su exuberante naturaleza habla de montes indómitos,verdes imposibles, viento, nieve y agua que fluye con fuerza, caudalosa y veloz. Naturaleza viva en la que el ser humano ha sembrado su estela conviviendo en armonía y creciendo en vertical entre España y Francia.

Una bandera que habla de sus siete parroquias (provincias) mediante una flor: la grandalla, que según la leyenda nacía con seis pétalos, uno por cada parroquia hasta que se fundó la séptima y la flor dio siete pétalos.

Una cultura que nace, crece y se desarrolla siendo parte de la naturaleza que la rodea al igual que sus construcciones en piedra de la zona y sus elementos minerales.

Las rutas de trekking se multiplican dando a conocer su fauna, su flora, sus lagos y sus minerales. Una de ellas, es la Ruta del Hierro que atravesando el valle junto al río, sus campos y sus flores deja ver diferentes estatuas, una por cada parroquia que representan una familia venida desde diferentes partes del mundo reunida de nuevo en los montes de Andorra para contar sus experiencias a los demás y abrir así la mente y el corazón a la humanidad y sus diferentes formas de vida.

De Andorra La Vella a Ordino, Llorts o El Serrat pasando por el Parc Natural del Vall de Sorteny hasta la estación de ski de Arcalís a 2229 metros de altitud.

De veranos muy cortos e inviernos muy largos, el país encuentra la forma de disfrutar de la naturaleza que le rodea. Así, mientras los payeses cultivan tabaco negro, cuando la nieve cae, las pistas de ski abren sus puertas representando un país activo de deporte y naturaleza plural que también sabe relajarse en las aguas calientes del balneario de Caldea.

Fotografía, Texto y Vídeo por Rocío Pastor Eugenio.

Fotografía 100% libre de retoque digital. Como siempre aquí, en WOMANWORD.