Si al llegar a Mallorca tu destino en la isla depende de un transfer, mejor relájate en tu asiento y mira por la ventanilla. Ver pasar los diferentes pueblos desde la conocida Palma hasta otros más industriales como Inca, carteles que anuncian viñas, pequeñas localidades pesqueras como Pollença y carreteras abrazadas por montañas enverdecidas y de fondo un mar imponente que saluda a los recién llegados.
En un pueblo lleno de supermercados y tiendas playeras de esas que lo mismo ofrecen la prensa del día que una colchoneta, con calles repletas de restaurantes y casas bajas, se extiende una maravillosa playa en la que el español ha quedado relegado, pero cuyo agua recuerda a películas de la talla de El Lago Azul.
Tras lanzar las maletas en la habitación del hotel, ponerse el bañador y darse una ducha relajante, el estómago anuncia la hora de cenar.
Para ello, WOMANWORD ha conocido un pequeño restaurante familiar adaptado a los tiempos, que reivindica la cocina mediterránea y que a unos precios más que asequibles defiende una carta completa, variada y cuyo menú evoluciona con los productos frescos de la temporada.
Y es que no podía ser de otra forma, perteneciente al grupo del Restaurante Jardín, el Danny’s Gastrobar fusiona la cocina de toda la vida, el diseño culinario, la innovación, la creatividad, la calidad, la cantidad y el precio.
Para beber
Maravilloso el tinto de verano fresquito con un toque dulzón de espuma de lima o el coctel de vino rosado de Mallorca con hierbabuena, naranja, lima y gaseosa.
Para cenar
Imprescindible probar las mini hamburguesas que, haciendo el guiño con el inicio del restaurante en 1996, representan la evolución del mismo.
Como must, la tapa de pulpo a la parrilla con patata rota y mayonesa de olivas. Saber preparar el pulpo para que éste se deshaga en la boca sólo está permitido a unos cuantos elegidos. Maravilloso.
Además, hay otros pintxos y tapas de diseño que merece la pena degustar en su terracita de decoración industrial y toques fucsia acompañado por el repiqueteo de los coches de caballos que recorren la avenida principal.
Entre ellos, la ensaladilla tradicional con gambas y un gran sabor a mar; la coca de cebolla dulce con pimiento rojo y boquerones; el tartar de ternera con un toque de mostaza, cebollino y pepinillo, contundente, sabroso.
Junto a ellos, apasionante el montadito de solomillo con verdes, es decir, tomates cherries confitados en aceite de oliva y berros, ligero, fácil de abarcar y suave. La tortilla en su punto hecha al momento con cebolla caramelizada y sabor casero es una obligación, al igual que el rollito de carpacho de ternera relleno de rúcula, el olor envolvente de la tempura de bogavante o el crujiente de pollo.
Para terminar siempre hay un huequito para el dulce
Así pues, cualquiera de sus postres caseros es una delicia, desde sus helados caseros al Tierra de Chocolate, un juego de tres chocolates, texturas y pizcas de café molido. Sin olvidar las fresas estofadas con mascarpone o el almendrado de plátano, un bizcocho húmedo acompañado de helado de plátano casero y biscuit de almendras.
Lo verdaderamente genial, además de comprobar cómo cada uno de los camareros conoce la carta y la producción de la misma al dedillo, es ver cómo los propios dueños y hasta la estrella Michelín, Macarena de Castro sirven las mesas, saludan a los comensales y controlan la cocina trabajando codo a codo en una realidad consciente que habla de una cadena 100 % responsable, honesta y consecuente cuyo concepto de cocina compone, al fin y al cabo, su vida entera.
- Danny Gastro Bar Macarena de Castro by WOMANWORD
- Danny Gastro Bar Macarena de Castro by WOMANWORD
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