Debido a la sinceridad acérrima que caractieriza WOMANWORD, ésta crítica puede herir la sensibilidad de Talman, el Mentalista.
Manolo Talman, Solo Talman como le gusta que le reconozcan, estrenaba el pasado fin de semana en Madrid, en el Teatro Cofidis, su nuevo espectáculo de la mano de grupo SMedia contando con el ilusionista Jorge Blass entre la audiencia.
La ilusión de Talman era patente al igual que su nerviosismo y es que su apuesta ha pasado de los cafés y reuniones familiares a uno de los escenarios más representativos de la capital.
Aún así, ni sus trucos ni su propuesta han evolucionado de igual manera que su localización, por lo que el espectáculo pasa de ser el enigma esperado a una función de humor sin pretenderlo.
Los ganchos entre el público no representan bien su papel y su forma de expresarse y hasta de coger los elementos de uno de los primeros número denotan una profesionalidad en la magia que, para quienes vemos todas las representaciones, descubre rostros familiares encima de otros escenarios.
La falta de cuidado y los números que ni se comprueban ni se explican dando por sentado que es así sin hacerlo realidad para la audiencia, provocan que ésta crítica, antes de hacer leña del árbol caído, no pueda más que dar algunos consejos:
1/ Talman, si aciertas el número de serie de un billete de 20 euros, múestralo al público para que puedan dar fé de tus dotes adivinatorias, ya que sino, sólo lo creeréis tu gancho y tú.
2/ Talman, ¿cuáles eran los números de la contraseña? ¿en que parte del vídeo aparecían? Si no lo muestras, sólo sabréis esa clave tu gancho y tú, por lo que el público seguirá mirándote con descrédito.
3/ Talman, si quieres que la audiencia, lejos de mofarse de la escena, entre en ese semi trance energético de comunicación mental, por favor, no sobreactúes, no exageres en actitudes, no escondas los brazos detrás de tu espalda mientras indicas el número que se ha de elegir, no nos hagas creer que alguien llamado José y que dista mucho de ser un Rockefeller, conduce al centro para dejar todo el día su coche en un parking privado y luego coger el metro para dos estaciones que andando suponen 8 minutos, elige mejores trucos y preséntalos de forma seria y profesional, por favor, estás en un teatro.
4/ Manolo, haz pausas, crea intriga, promueve el sosiego y sobre todo, no expliques que no tienes ganchos por que para quien difícilmente, aún no lo haya descubierto, despertará una voz de alarma clarísima.
Lo cierto es que en BBC, convenciones de empresa o espectáculos de bar, sus números podrían resultar graciosos, ya que Talman resulta un verdadero show man al estilo americano, pero en un teatro, se quedan pequeños, manidos, inverosímiles y hasta cómicos.
Resulta difícil encontrar la sorpresa, la magia y abrir las puertas de la imaginación hasta la credulidad extrema ya que carece de magnetismo, verdad e intriga.
Desde el primer número, se sabe que el espectáculo va a ser una de esas propuestas que ponen en entredicho el trabajo profesional de quienes quieren crear ilusión mediante la duda de la posibilidad.
Lamentándolo mucho, ya que valoro enormemente la magia, la ilusión del estreno, la capacidad de subirse a un escenario y el cariño de la propuesta, me resulta imposible recomendar este espectáculo a los lectores.
3 comentarios
Pues si, la ilusión está demasiado pisoteada para que encima se queden con nuestra magia.Hay que esforzarse y presentar algo nuevo.
Si lo dice Womanword, dicho queda.
Agradable y divertido, pero los trucos podrían convencer sólo a niños de menos de 10 años y que no sean muy resabidos…