Emilio Calderón fue finalista del Premio Planeta con su novela La bailarina y el inglés.
Ésta novela, que combina la historia de la India y su conflicto británico desde el punto de vista de un inglés nacido en la India, describe, como puede, sus vivencias alejado de una patria que no conoce e instalado y dominante en una tierra a la que no siente que pertenece, pero en la que ha nacido.
Los conflictos interiores se complican y enredan con la política del país en la que caerá hasta el propio protagonista.
Gandhi, hinduístas, budistas, ingleses, tradiciones contrapuestas, esclavitud, riqueza, ostentación y matanzas, colonias nauseabundas, monarcas impositivos y ostentaciones de poder en un fin sangriento como la propia historia.
Se trata de una novela policíaca con tintes históricos narrada de forma enrevesada con momentos de lucidez.
Dice el autor en la contraportada que ésta historia se recorre con una sonrisa cuando en realidad se pasan las páginas con el ceño fruncido intentando desentrañar de dónde viene y a dónde va el autor en una historia circular y confusa con alardes de grandeza y poco brillante, salvo por momentos de claridad y narración firme e inteligente que destellan entre un libro gris y veraniego.
El final, feliz o trágico, según el gusto que por el protagonista vaya calando en el lector.
Cabe resaltar citas de impresión como:
“Cuando el hombre blanco se vuelve un tirano, es su propia libertad la que destruye”, Matar a un elefante. George Orwell.
“Un libro abierto es un sabio que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora”, proverbio hindú.