Dirigida por Luis Luque e interpretada en solitario, en completo monólogo continuo por José Luis García-Pérez y versionada por ambos, la obra de Nikolái Gógol Diario de un loco llega al Teatro Español en sus bellas e intimistas Naves del Español del Matadero de Legazpi, en Madrid.
De blanco, al fondo, iluminado y casi celestial, Aksenti Ivanovich otea el patio de butacas que por todos los flancos le rodea. Le esperan 70 minutos en un monólogo continuo que vuelve a Madrid tras muchos años desde aquella representación que me transportó al mundo mágico de la interpretación, que me invadió y me llevó a estudiar artes escénicas y que hoy me permite escribir crítica teatral cerrando así un círculo perfecto de arte, inteligencia, razón y emoción sobre unas tablas conscientes y consecuentes, pero sobre todo, humanas.
El inteligente texto de Gógol y la tierna y cercana interpretación de José Luis García-Pérez hacen vivir un teatro sincero.
Descalzo pasea sobre la pastoral escenografía de Monica Boromello que brama entre metáforas de pájaros enjaulados. Sobre un suelo de gravilla, constante e inteligente, éste loco escribe su diario entre días que se confunden hasta crear realidades paralelas con atisbos de esa otra realidad, la de la crueldad de quienes no entienden, de quienes asustados no van más allá, de quienes tratan como “mentes enfermas”, la de los prejuicios sociales que hablan de acabar con aquello diferente cortando con violencia sus alas de vuelo en paralelo.
Comprensión, incomprensión y mentes, la de un loco y la de los demás. Un surrealismo en el que conviven diferentes planos explicando con cuidadas fórmulas un todo que crece en espiral.
Desde una razón sagaz, este loco ahonda en cuestiones diarias dándoles relevancia filosófica y armonía calculada. Loco por su ternura, por su fuerza, por su pasión, loco y alejado de lo objetivo, loco engrandeciendo la simpleza que supone vivir, loco por analizar una sociedad tergiversada, loco en ritmo, loco en pausa. Loco que vigila y se pregunta, que avanza, dibuja y se compromete bajo descripciones exactas y hermosas de gran calidad e imágenes retratadas.
Sensible, detallista e íntima. Una de esas obras que te cambian y te hacen pensar que la vida no es más que un punto de vista.
Frases
-“Los perros lo observan todo, hasta los pasos más pequeños del hombre”
-“¿Por qué precisamente yo soy lo que soy?”
-“La gente es muy injusta, calcula el tiempo en semanas”
– “Caballeros hemos de salvar a la luna, pues la tierra tiene la intención de sentarse en ella”
– “La luna es una delicada esfera de cristal en la que sólo habitan narices, esa es la razón por la que no podemos vernos la nariz”
-“No me escuchan, no me oyen, no me ven”
-“Sacadme de aquí, salvadme, no dejéis que me torturen por mi cabeza enferma”
1 comentario
Impresiona la memoria de Jose Luis Garcia-Perez, como se introduce en el personaje y nos transmite sus ilusiones, sus esperanzas, su modo de ver la vida y sentirla, su incomprensión y su sufrimiento.Me aterra que entre tanta locura que nos invade, haya algunos momentos de lucidez que sólo sirven para hacernos sentir ,si cabe, aún más solos.Genial interpretación.