Feliz día del Libro con una obra adaptada al teatro: La importancia de llamarse Ernesto, de Oscar Wilde.
La obra, dirigida por Alfrezo Sanzol, es interpretada por José María Asín, Marta Juániz, Iratxe García Uriz, Txori García Uriz, Ana Maestrojuán, Pablo Del Mundillo, la genial Aurora Moneo como Lady Bracknell y dando el toque británico y glamouroso a la obra, Patxi Larrea, como Algernon Moncrieff.
Un jardín vertical, un mayordomo en ying y en yang, la hora del té, un vestuario muy bien ambientado, un quinqué, pastas, tradición, estigmas sociales, excesos, hedonismo, un tal Bumbury, la clase burguesa, la cuenta corriente, matrimonio, la ciudad, el campo y un retrato brillante de una sociedad moderna que no dista ni evoluciona desde que el grandioso Wilde diese sus pinceladas de realidad en una comedia de enredo y saber estar.
Y es que la importancia de llamarse Ernesto es la misma que la de gozar de una buena escenografía, un buen teatro, unas maravillosas butacas y una interpretación de escándalo de un texto limpio, claro, conciso, hilarante, de refinado humor británico e inteligencia cínica y racional combinada con la golfería, el sarcasmo, los secretos de familia, la distinción de clase alta y la crítica elegante.
Más que aconsejable para pasar un buen rato inteligente en el que disfrutar, incluso, de momentos musicales en alemán.
Frases de la obra
“No hay nada que irrite más a la gente que el que no la inviten”
“Tres son compañía, dos son soledad en la vida matrimonial”
“El cinismo está tan extendido que cuesta muchísimo destacar”
“Detesto a la gente que no se toma la comida en serio, es un exceso de frivolidad insoportable”
“La educación de la clase baja es un grave problema para la clase alta”
“La discusión es el fundamento de todas las cosas”