Bajo la premisa: “Seguiremos robando a los pobres para dárselo a los ricos”, se desarrolla ésta crítica al sistema social establecido, a la desigualdad instalada en forma de pirámide, al capitalismo.
Hoy se estrena la última película de Costa-Gavras. El multipremiado director francés de origen griego, vuelve de nuevo al panorama cinematográfico demostrando su compromiso político y social, esta vez, a través de este thriller: El Capital, basado en la novela de Stéphane Osmont.
El tema, la trama y su desarrollo no se anda con pelos en la lengua. De este modo, las deficiencias del sistema financiero capitalista que han desembocado en la actual crisis económica mundial son reflejadas mediante personajes ambiciosos carentes de humanidad y un pueblo asolado incapaz de alzar la cabeza ni siquiera para poder vislumbrar su verdadera situación.
Una situación desangelada, desconsoladora que invade nuestros días de forma real y que mediante el teatro y el cine, se intenta hacer ver a los ciudadanos el fraude al que están siendo sometidos y su verdadero poder para cambiarlo.
EL cine al servicio del ciudadanos como espejo de la realidad, como ventana a la verdad, como luz sobre la oscuridad y ejemplos certeros de lo que vivimos.
La historia narra el imparable ascenso de Marc Tourneuil interpretado por Gad Elmaleh, un prescindible sicario del Capital que se convierte en su indiscutible amo y señor.
En palabras del director: “Todos somos rehenes de esta desgracia global, aunque quienes se alimentan de esta situación no sienten miedo ni ansiedad, no pueden controlarla, ya que los mercados funcionan al ritmo de la vanidad, la inutilidad y la avaricia”.
En el reparto brillan Gabriel Byrne, Hippolyte Girardot, la modelo y actriz Liya Kebede y las actrices francesas Natacha Régnier y Céline Sallette.