Triquiñuelas internáuticas y series de televisión

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Fotografía y Texto por Rocío Pastor Eugenio.

Fotografía 100% libre de retoque digital. Como siempre aquí, en WOMANWORD.

Fotografía de/ por Rocío Pastor Eugenio. WOMANWORD

Fotografía de/ por Rocío Pastor Eugenio. WOMANWORD

Intentar ver una serie de televisión online, puede parecer un camino fácil, casi rutinario, común si se quiere, a pesar de las prohibiciones que nos imponen contra el fácil acceso a la cultura, a los idiomas y a la actualidad internacional que de otra manera, jamás verían nuestros ojos cruzar la frontera española de manos de cadenas populistas o públicas, de esas que cambian su programación cada cuatro años legislativos.

Así pues, intento seguir mis series favoritas por Internet en una ardua tarea de seguir sin pérdida alguna la actualización semanal de mis ocho series predilectas según el calendario real en el que son retransmitidas en sus respectivos países.

De esta forma, abro el buscador rememorando el capítulo de la semana pasada y los comienzos de una nueva temporada en la que las nuevas aventuras de esos personajes que ya forman parte de mi vida y mis conversaciones, me hacen soñar con vidas paralelas y romances insospechados.

Tecleo el nombre y accedo a las diferentes páginas que suministran de manera gratuíta mi droga semanal. Pero lo cierto es que no me encuentro en un camino de rosas, sino que para poder conseguir mi premio, he de bandear, luchar y agudizar mis sentidos para no caer en la trampa de los banner intrusivos, la publicidad engañosa, las páginas que se abren sin previo aviso en mi ordenador, los virus, las páginas de bingo y de póker con sus cantinelas, profesionales discursivos y soniquete de campanitas que aturullan mi mente.

Sin poder cantar victoria, soy consciente de que aún me queda un suplicio más que soportar. Así pues, irguiendo el ánimo para no verme pertrechada, achino los ojos y de refilón atisbo el botón que, en alemán, me indica que me llevará al vídeo deseado.

Bandeando como toda una Rocío Jones internáutica, ignoro orgullosa los anuncios que a ambos lados del mismo relucen anunciando desenfrenados a chicas de dudosa edad, las cuales, me atrevería a asegurar, no se dedican al modelaje para anuncios de bikinis, ya que si así fuese les faltaría su accesorio principal; al igual que tampoco hablan de un nuevo método fitness los “sutiles” señores musculados, en todos los casos, mucho más de lo necesario, que aparecen con poses agresivas y miradas que no me atrevo a denominar.

Cuando he pasado por este calvario con éxito, llego hasta el último enlace, ése en el que al pinchar sobre él, -eso sí, en el botón adecuado y no en los otros falsos que me llevarían a páginas no deseadas y spam malicioso-, descubrirá ante mis ojos miopes en cuestión de segundo, las nuevas triquiñuelas que me mantendrán una semana más en ascuas.

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1 comentario

  1. Arduo es el camino hacia el amor, aquel que sentimos por las series que nos emocionan! Tu búsqueda de internauta impaciente por ver aquello que va tocar tu corazón se convierte en una metáfora de la vida…la eterna lucha hacia el amor sigue pasando por situaciones en las que siempre aparecen chicas sin biquini (a veces si nos apetece y la situación nos acompaña somos nosotras mismas, en otros casos es otra fresca cualquiera) y mozos con o sin atuendos, en todo caso dudosos, que lucen miradas entre libidinosas y agresivas, y una nunca sabe si ésta es la chispa del deseo, o el mozuelo quiere prenderte fuego a secas!

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