Jean Paul Gaultier enloquece Madrid

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Por Rocío Pastor Eugenio.

La moda es arte que se eleva hasta las salas más exigentes. Si ayer, vimos la última exposición del Museo Thyssen y su homenaje a Cartier, hoy desde WOMANWORD, visitamos la nueva colección de la Fundación Mapfre: Jean Paul Gaultier.

Su última colección, aclamada por el público madrileño, fue dedicada a Yves Saint Laurent, ya que como dijo Andy Warhol: “Junto con Yves Saint Laurent, Gaultier es el único que hace arte de verdad por su forma de combinar los tejidos y las prendas; es un arte puro absolutamente propio”.

Ahora, De la calle a las estrellas nos guía por la historia del más ambiguo, complejo, original y controvertido de los diseñadores: Jean Paul Gaultier.

El diseñador lanzó su primera colección Prêt-à-porter en 1976 y fundó su propia firma en el ’97. Se distingue por sus diseños atrevidos que juegan con la vanguardia, el folclore, lo frívolo, el sexo, el arte y lo onírico, en una lucha contra los cánones estéticos y los códigos sociales establecidos.

Un visionario, un luchador en continuo movimiento creativo, sin miedo, sin dudas, valiente apuesta por la novedad y el cambio y lo impone desde su pasarela hasta sus fragancias.

La exposición conjunta con la Fundación Mapfre, el Musée des beaux-arts de Montréal y la Maison Jean Paul Gaultier,presenta 125 piezas de alta costura y Prêt-à-porter, más fotografías, vídeos y bocetos que reflejan su historia y su imaginario, de mano de grandes como Mario Testino, Richard Avedon, Pierre et Gilles, Cindy Sherman o Andy Warhol, entre otros, por primera vez en vivo para el público español.

Sus colaboraciones en cine, danza y música crean una retrospectiva total y reflejan la moda como un todo, un lifestyle que se retroalimenta y crece en círculo.

De Madonna a Almodóvar, no hay nada a lo que el modista diga que no y que en su proceso, no eleve a su máxima expresión.

Y es que su sorprendente vida a dado lugar a grandes piezas como el “sostenedor”, hilarante nombre que utilizó Gaultier para señalar los míticos sujetadores que diseñó a Madonna para su gira mundial Blond Ambition Tour de 1990, se muestran en la exposición junto con un singular ancestro: el “bra” que siendo niño hizo con trozos de periódico para Naná, el osito que fue el mejor compañero de su infancia: “En aquel tiempo, yo nací en el ‘52, un chico no podía andar por ahí con muñecas, así que jugaba con Naná y le hacía trajes”.

El diseñador que se dice: “un artesano”. También ha reconocido que  le encanta España desde cuando era niño y venía con su familia: Tengo una relación maravillosa con este país. Me gusta sobre todo la comida y la gente y su manera de ser, el no-snob de los españoles, nada que ver a cómo son los parisinos”.

Así, en seis secciones se desarrolla un recorrido imprescindible que transita desde sus marineros, vírgenes y sirenas a su investigación en tejidos y patronaje, pasando por ropa interior femenina, las influencias de diferentes razas y culturas: Odisea, Tocador, A flor de piel, Punk Cancán, Parisinos, Jungla Urbana y Metrópoli.

35 años de trabajo resumidos en un recorrido sublime, según Gaultier: “No es una exposición cronológica, sino temática; aquí están mis hombres objetos y mis mujeres parisinas”.

“La belleza está en todo, sólo hay que abrir los ojos para verla y yo quiero reivindicar esa diferencia. Las diferencias siempre me han inspirado e interesado y hay que mirar sin condicionantes para ver una belleza diferente. Así se pueden romper las barreras entre el buen y el mal gusto, entre el pobre y el rico”, ha afirmado Jean Paul Gaultier.

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