El Teatro María Guerrero abre una vez más las puertas de su Sala de la Princesa, para ofrecer al público una obra de crítica ácida, un reflejo feroz, una realidad representada ante los ojos conscientes de quienes observan.
Dice su escritor y director, Eugenio Amaya, que Anomia, según la RAE supone el conjunto de situaciones que derivan de la carencia de normas sociales o de su degradación.
Su degradación más bien es a la que nos expone este brillante escritor, cuya obra puede adquirirse al salir, entre el mareo, la desazón, la impotencia y la rabia que otorga la razón cuál gafas 3D que nos permiten ver la realidad sin tapujos.
“Homo homini lupus”: El hombre es un lobo para el hombre. Sutil manera de definir cualquier era en la historia del ser humano, donde el poder corrompe, manipula, estafa, roba y delinque carente de ideales, de ética, de moral o de razón frente a una sociedad consciente que consiente y a veces, hasta aplaude el fraude.
De la risa a la rabia, la ironía se va colando en el interior de hastiados corazones de españoles sufridores que poco a poco van bajando sus cabezas, pisoteados, arrastrados y devastados frente a los cuellos rígidos que se alzan, cada día más, son los cuellos de los poderosos, de los políticos, de los asesores, de los banqueros y de los empresarios, cuellos que representan la vileza y la falta de nobleza de corazón.
La razón emana de la voz de un hombre enfermo, un padre cansado, un marido fiel, un ser honesto que representa a la sociedad y que no puede terminar de creer las realidades paralelas creadas por aquellos con “emociones de refrigerador”.
Trapos sucios y juegos malabares. Alfombras a tres metros del suelo por culpa de la cantidad de basura acumulada y escondida bajo ellas, delitos que prescriben, ladrones sin escrúpulos, cobardes, negociadores que jamás pierden, un caiga quien caiga de cabezas que ruedan sobre los derechos fundamentales, la sensatez y la humanidad.
Y ante el canto de ayuda, una negativa: ¿Se es capaz de renunciar al poder?
La vida real queda emparedada ante el poder que va más allá del económico.
Una democracia que ha muerto a manos del capitalismo impío. Una España que boquea podrida, moribunda en manos de avariciosos que asfixian y aprietan en juegos de tronos corrompidos.
Más allá de los focos
Seres humanos bajo el disfraz de la profesión y el frío de los cargos. Vidas reales aisladas.
Un gran diálogo, un texto espectacular que retrata a la perfección la expresión de los poderosos, su poesía, sus balas directas, frías, certeras, con recorridos sinuosos de intereses ocultos y visibles entre trajes de chaqueta y bolsos de diseño.
Todo ello, cobra sentido y vida gracias a un reparto de excepción que recrea sin igual el carácter de cada uno de los individuos que pueblan la escena:
Pablo Bigeriego. El frío Ignacio, astuto, hábil, interesado, depravado, seguro, ácido y concienzudo.
María Luisa Borruel, representa a Carmen. Sus declamaciones oscilan entre la vulnerabilidad familiar que demuestra en llamadas telefónicas y ante su roto marido; y la fuerza, la decisión, la pericia y la maldad de quien aferrado al poder prefiere perderlo todo a renunciar. Experiencia y ambición demostrada en grandes discursos.
Quino Díaz es Nicolas, el pelele, la marioneta de los superiores y los que están a la sombra. Un hombre sencillo que se ha dejado con gusto corromper y que ha perdido, sin darse cuenta, el sentido de la vida.
Cándido Gómez es el punto de razón de la obra. El marido enfermo que representa a todos los que desde las butacas se remueven de indignación.
Elías González. Da vida y presencia a Matías, un joven que entre sus ideales y apariencia de nobleza también intenta trepar sin consideraciones hacia los de arriba aunque disfrazando todo ello con su búsqueda de la política perfecta.
2 comentarios
Gracias por la crítica WomanWord. La verdad es que sales muy impactada de una obra en la que no puedes dejar de pensar que esto es el pan de cada día y que sucede como si nada.
Refleja fielmente la historia de este País, en los últimos 20 años de ladrillos que podemos resumir en una palabra, ¡Corrupción,Corrupción,Corrupción.La alianza Politicos-Financieros-Poder Judicial=Bomba Atomica