Abre la pasarela de forma sensacional. Como siempre, el diseñador da vida al runaway convirtiéndolo en un show, escaparate de los sueños.
El desfile de David Delfín transcurre entre la luz y la oscuridad, en una combinación del blanco, el marino, el gris y los tonos frambuesa, fresa y burdeos.
La claridad refleja elementos de la vida de Delfín e incluso a sí mismo, en estampado tutti-frutti.
La biker se reiventa y adquiere nuevas dimensiones.
La elegancia se endurece de mano de Louboutin y Dr. Martens.
La comodidad crea estilo gracias a los bolsos de Pelayo Díaz.
Una colección llena de matices cuya mejor explicación es la fotografía.
Tejidos: polein de algodón, lana fría, viscosa y poliamida elástica.
El detalle que engrandece: sacar a saludar a pasarela a todos aquellos que junto a él, han hecho posible ésta colección.
Su musa: la grandiosa y polifacética, Bimba Bosé.
2 comentarios
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7 years