Tras descubrir los mejores outfits de la ciudad de la moda durante la semana que le da nombre. Hoy veremos ésa cara B, la que no siempre se enseña y la que demuestra el egocentrismo que puede traer consigo un mundo de flashes que muchas veces oculta más que enseña ante los focos y el strass.
Así pues, veamos la cara B: Los looks con peor actitud.
Ellos y ellas muestran grandes estilismos, arriesgados y diferentes, pero junto con esa creatividad también llevaban miradas llenas de reproche, desdén por lo exterior y cierto grado de incomprensible rechazo ante los demás.
Son por ello, la cara B en la que la libertad personal y el arte dejan de serlo para convertirse en EGO.
Algunos de los ejemplos llegan con un cierto punto Emo de indiferencia, romanticismo y hastio existencial, eso sí, sobre unas alzas que gritan (al igual que sus calcetines blancos): “¡Mírame!
Además, la pasarela de Milán ya deja sus primeras huellas. Siguiendo a Vivienne Westwood, que convierte al hombre en una Ofelia de nuestro tiempo cubriendo su cabeza de bellas flores, los chicos de ésta ciudad se atreven a dejar ver su lado más natural.