Fotografía y texto por Rocío Pastor Eugenio.
Fotografía 100% libre de retoque digital. Como siempre aquí, en WOMANWORD.
El Palacio de Tokyo acoge la última colección de Wooyoungmi.
El lujo y el savoir faire quedan patentes en la forma en la que las diseñadoras acogen a sus selectos invitados: champagne a la entrada, botellas de agua de glaciar islandés para combatir las altas temperaturas, un precioso libro blanco, conceptual con fotografías en blanco y negro y hasta una funda para el móvil con estampados de la colección primavera verano 2013.
El espacio, como la colección, habla de un punto conceptual, diáfano en el que la claridad y la elegancia son el símbolo de la firma.
Se dice que las diseñadoras se han basado en la Niña Afgana y en la fotografía de Steve McCurry. Así, han basado su colección en la mezcla de culturas, de tejidos, de estampados creando una realidad en la que la globalización impulsa al mestizaje y a la mezcla absoluta en libertad y fraternidad.
Belleza, civilización y exploración serían las notas básicas sobre las que han creado su colección tomando prestadas notas provenientes de Asia, África, Latino América y una Europa con París como capital.
Así, modelo tras modelo se deja sentir un trasiego de personalidad propia, un toque chic y mucha creatividad en el vestir: oxfords con plataformas y un toque de color, pantalones chinos reconvertidos en pitillo, shorts divertidos, estampados florales, blazers, la pata de gallo como punto estrella y de nuevo, los zapatos de vestir en punta y piel sin calcetines.
La geometría se desenvuelve y se combina con gabardinas oversized de estampados atrayentes y desenfadados para un hombre seguro de sí mismo y con gran gusto estético.
Los tonos de la temporada oscilan de los tierra a los azules oscuro con toques de luz.
El punto estrella son los Oxford de gamuza azul con toques acharolados y los complementos en grandes bolsos de viaje.
Las dos hermanas han creado siluetas alargadas y afiladas basadas en los años ’60 recogiendo esa elegancia tan característica de la época con un toque desenfadado como el que aportan gracias a las chaquetas sin cuello.
De esta forma, han querido celebrar su temporada 21. Con una moda de hombre en la que la mente se expande hasta nuevos horizontes cargados de curiosidad y experientación.