Fotografía y texto por Rocío Pastor Eugenio.
Fotografía 100% libre de retoque digital. Como siempre aquí, en WOMANWORD.
“TO KNOW TO WILL”
Dentro de una ola de calor que sofoca París y derrite los estilismos más rompedores, los asistentes al desfile de Walter Van Beirendock luchan por sobrevivir con dignidad a los chorretes que gotean y destrozan sus maquillajes, pegan sus ropas y enrojecen sus pálidas y conseguidas mejillas.
Así, a base de golpe de abanico y flashes, transcurre un desfile rompedor, ambiguo y lleno de simbología oculta expresada a través de los complementos.
Bajo el nombre Silent Secrets el diseñador ha intentado captar la esencia del interior de la vestimenta masculina, ésa que protege al hombre y le abraza. Tan gustoso quedó con éste descubrimiento, que el diseñador ha querido sacar lo de dentro afuera, revelar esos secretos ocultos tras la segunda piel y hacer de ello un ser humano sincero.
Realizado en el espacio cultural Espace Commines, aunando a un equipo internacional venido de Bélgica, Italia e India; y bajo los sombreros y gorgueras-escultura de Folkert de Jong, se presentó una colección de hombre primavera-verano 2013, en la los complementos tales como los sobreros de copa, los cinturones corporales, los guantes y los zapatos clásicos acharolados con un toque en flúor que los acercan a nuestro futuro sean los protagonistas.
Para ello, el diseñador ha contado con la ayuda de Thomashine Barnekow & Maison Fabre de París para los guantes y body-belts. Por otro lado, los zapatos han sido diseñados por el propio Walter, en Italia.
En lo referente a la ropa, Walter ha hecho una apuesta clara: los tonos pastel. La claridad viste al hombre y lo combina con rayas, lunares y patrones oversized tanto en las camisas como en las mangas de éstas que superan el largo de las blazer bicolor.
Los detalles se basan en superposiciones, pajaritas y la geometría por excelencia tanto en estampados como en patronaje.
Los shorts se imponen al largo en los pantalones cuyas pinzas marcan la verticalidad e incrementan la altura del hombre dejando ver sus rodillas.
Comienza a verse una tendencia que va a ser repetida en el resto de desfiles y presentaciones durante ésta semana de la moda de París: Vuelven los pantalones blancos.
Sin duda un estilo burgués reinventado cuyos bordados y colores nos llevan de cabeza a un renacimiento pre revolución cargado de transparencias y gorgueras.