Mi misterio del interior

Hay preguntas que nos acompañan toda la vida… ¿quién soy? ¿de dónde vengo? ¿a dónde voy? ¿qué habrá detrás de la muerte?

Son dudas existenciales que nos afligen y marcan el devenir de nuestros días y nuestra rutina.

Tanto es así, que no son pocas las canciones populares que lo reflejan y tratan de darle una respuesta.

Ahora, de la mano del humor absurdo más inteligente que he visto, la compañía Ron Lalá vuelve al Teatro Alfil de Madrid para representar una obra aguda y resolutiva que ya fue estrenada en 2005 con tanto éxito que les supuso una nominación a los premios Mayte, un año después.

A ritmo de cantes populares, los cinco actores, intérpretes, cantantes y músicos repasan diferentes escenarios reales y actuales en los que el ser humano se enfrenta a una vida grotesca.

Desde la ironía y el humor, Ron Lalá compone ágiles juegos mentales convertidos en rápidos diálogos, constantes y variadas escenas y elaboradas canciones que van desde  el chotis al flamenco “bueno bueno” pasando por la chirigota, el tango, el rock y hasta la canción melódica dedicada al amor más puro y más cercano.

Teatro y música en directo. La fusión perfecta de moraleja, crítica, realidad y comedia. La versatilidad puesta sobre las tablas de un escenario gracias a los juegos de palabras, la riqueza y la profundidad de un humor inteligente que satisface y contagia esa energía que crean las cosas bien hechas y realizadas con cariño, tiempo y trabajo con un mensaje claro que pone frente al espejo a la perdida sociedad del Siglo XXI a la que el consumismo, la perversión, la guerra y el capitalismo asola, envenena y sentencia.

Impresionantes y extremadamente divertidos, éstos artistas multidisciplinares y polivalentes dejan el listón muy alto conjugando la expresividad del gesto, el diálogo afilado, los monólogos redondos y un ritmo constante que hacen que los 90 minutos que dura la función transcurran en un espacio atemporal del que no se desea salir.

Y es que en Mi misterio del Interior no se escucha otra cosa que no sea la calidad acompañada de carcajadas y aplausos.

No pierdas la oportunidad de reírte de ti mismo, de tu sociedad y de las miserias del Ser Humano en una obra completa, estudiada, fresca y sobresaliente.

Nota al espectador

No se preocupen si durante la representación se sorprenden a sí mismos acompañando a los actores con sus propios gestos y sus manos se arrancan en aplausos espontáneos.