Action Man

Por Rocío Pastor Eugenio.

Ayer, Madrid fue salvada del holocausto gracias al sentido del humor de Action Man.

Bajo su idea original y la dirección de Yllana, Raúl Cano al cuadrado ha creado un montaje espectacular en el que el gesto, la mímica y la magia se unen bajo un solo personaje que desarrolla una historia de acción que nada tiene que envidiarle a las películas de Hollywood.

Acompañado de un apoyo audiovisual plagado de sorpresas y personajes conocidos, irá guiando los diferentes pasos de éste súper agente de la Ley.

Action Man hará vivir al público escenas de verdadera tensión con mucha naturalidad y una humanidad que resulta necesaria y reconfortante en este súper héroe. Además del sentido del humor de Raúl, convierte ésta pieza en una función clave, la posibilidad de poder  disfrutar del teatro del gesto pudiendo comprobar cómo sin palabras y en un escenario casi desnudo, pueden crearse imágenes reales, tangibles de las que ser parte.

Gracias a ello, se crea una complicidad con el público que derriba la cuarta pared y retrasa la acción con sus aplausos y carcajadas.

Se trata de una obra sencilla y de gran complejidad actoral en la que Raúl demuestra su valía, sólo sobre las tablas durante una hora y media de ritmo constante y agilidad.

Antes del estreno, Raúl confesaba a WOMANWORD que se sentía nervioso, pero siempre concentrado, enfocado en la misión que tenía por delante, sacar adelante una función nueva y defenderla con todo el trabajo y los ensayos que lleva a su espalda para conseguir, como sucedió ayer en el Teatro Alfil de Madrid, que todo saliese perfecto.

Cuando se le pregunta sobre qué pretende con ésta representación, Raúl lo tiene claro: “Se trata de dar una opción novedosa del teatro, es un teatro 3D que salpica al público, que le involucre y que le interese”.

Una pantomima contada mediante el gesto que atrae a todo tipo de público. Un súper agente de carne y metal al cual puede hacerle de todo y que a pesar de ello, sigue en pie, eso sí, con un gran corazón y un enorme sentido del humor que busca ante todo, que no se pierda la risa ni en los momentos de crisis.

Una obra imprescindible que hizo que al final del estreno, el patio de butacas se levantase al unísono agradecido y más que conforme con lo que acababa de presenciar.