Fotografía y Texto por Rocío Pastor Eugenio.
Fotografía 100% libre de retoque digital. Como siempre aquí, en WOMANWORD.
Víctor Massán terminó el pasado 27 de mayo sus días en Más de 100 Mentiras, obra que llevaba desde octubre ocupando las tablas del Teatro Rialto de Madrid. No es su primer musical. Víctor es un maestro de ceremonias consagrado, ya le vimos declamando, cantando y bailando en Cabaret, espectáculo que le llevó a ganar el premio Butaca a mejor actor de musical.
Incansable, sincero y decidido, su formación es muy completa: interpretación, clown, mimo, danza contemporánea, canto… No ha sido un camino fácil, pero alcanzar un sueño nunca lo es. Consciente y convencido, Víctor sabe aprender de todo lo que le sucede sacando siempre el lado positivo.
Hoy, para WOMANWORD, Víctor Massán.
WOMANWORD- ¿Siempre supiste que querías ser actor?
Víctor Massán– Yo creo que sí. Siempre sentí que mi manera de expresión era a través del cuerpo y de las emociones. En las artes escénicas es donde encontré esa herramienta para realizar una especie de alquimia que me ayudara a dar sentido y expresión a todo lo que sentía y necesitaba entregar al mundo. No creo que yo elija la profesión, yo creo que ella nos elige a nosotros y estoy agradecido de haberlo sabido escuchar a tiempo.
WW-Dentro de esta disciplina, ¿cómo llegas al género musical?
VM-No creo en las casualidades. Aunque suene muy trillado. Siempre me atrajo el canto y la danza que la estudio desde los 15 años, más o menos. No lo hacía en ese momento como un camino laboral, sino como una necesidad de expresión, y con 26 años me llamaron para el musical de Cabaret y aquí sigo.
WW-Has sido un gran maestro de ceremonias… Cabaret… Más de 100 mentiras…
VM-Siempre digo que los habrá mejores pero no que hayan hecho tantos MC’s (Maestros de Ceremonias) como yo. He estado en El Molino de Barcelona como MC el año pasado, anteriormente en Urtain con Animalario como MC también, en el parque de la Warner también presentaba el show, como presentador de Cuatrosfera en Cuatro, en Las Marionetas del pene era una especie de presentador de las formas que realizábamos con los miembros, en el fin de curso de 8º de EGB presenté la gala…
Algunos compañeros me dicen que si no me da miedo que me encasillen y yo primero les digo que me da más miedo estar sin trabajo o no saber para lo que estoy siendo llamado. Este está siendo mi camino ahora mismo y lo acepto y lo disfruto. Ahora mismo es así y estoy muy contento. Quizá tengo unas cualidades con el tete a tete con el público, con la ambigüedad, con el descaro y el querer seducir que es lo que necesita un MC entre otras, y que me siento cómodo en ello.
WW-Háblame de Cabaret… ¿fue tu primer musical? ¿Cómo preparaste este personaje?
VM-Hace muchos años, con 21, ahora tengo 34, hice Achorus Line con una compañía amateur, pero no disfruté tanto la experiencia y creí que no era mi camino. Quizá no lo era en ese momento. Más adelante me llamaron para Cabaret. Para mi entrar en contacto con ese personaje, quizá porque ya estaba preparado fue muy fluido. También es verdad que el montaje ya venía muy construido desde Broadway y es una especie de franquicia por lo que parte del trabajo ya viene hecho, como si fuera un traje que luego tienes que trabajar para que te siente bien y no parezca que vayas disfrazado.
WW-¿De dónde sacas tu inspiración?
VM-De lo que me nutro para mis personajes es de mis propias vivencias, de la Escucha en mayúsculas con mi entorno mas próximo, de mis compañeros en el trabajo de mis emociones, de la lectura, de las películas, de los viajes, de lo que rescato de mis terapias y saberlo llevar a la máxima potencia.
WW-Premio Butaca a mejor actor de musical por Cabaret, ¿Cómo viviste el premio? Creo que leíste una carta en la que demandabas trabajo en interpretación… ¿Es inestable esta profesión?
VM-Después de Cabaret, que fueron 3 años, me dije que me gustaría estar sin trabajar un añito y pico, y me lo repetí muchas veces. Pero ten cuidado con lo que pides porque se te concede. Y así fue. Pero cuando se me concedió el deseo me asusté un poco.
Leí que Bette Davis escribió un anuncio en un periódico anunciándose como una actriz ganadora de 2 Oscar que buscaba trabajo. Me inspire en ella y me inventé una carta que me escribía mi madre y que mucha gente se creyó. Fue como un juego. Y de hecho me llamaron para la reapertura del Molino gracias a ese día. Presumí que después de mi trabajo en Cabaret no me faltaría el trabajo pero estuve casi año y medio sin un contrato aunque aproveche ese año para estudiar Psicologia Gestatlt, para viajar y aprender.
La vida tiene sus razones y hay que saber escucharlas para no entrar en frustración. Y lo disfruté. No creo que esta profesión sea más inestable que otra, todo es el enfoque que le quieras dar. El ser humano es muy inestable por naturaleza porque cada día nos acontecen muchos cambios y no estamos en una sociedad o en una cultura que nos enseñe a lidiar con ellos de una manera sana. Al final todo lo que nos sucede es un reflejo de lo que proyectamos.
WW-¿Debe un actor estar en continua formación?
VM-Una persona debe estar en continua formación de sí misma. No hay mejor regalo que nos podamos dar que conocernos a nosotros mismos. Lo mismo ocurre con la profesión, y más cuando es artística porque está muy ligada a los procesos personales.
Cuando pierdes la ilusión por conocer más y por seguir creciendo es una especie de muerte, y un actor tiene que estar muy vivo.
WW-Si la educación es tan importante a todas las escalas, ¿Qué te parece que el gobierno quiera recortar en educación?
VM-Mira, yo no creo que el gobierno decida las cosas, yo creo que hay 4 o 5 personas en todo el planeta que deciden como va a funcionar todo, incluso nuestro propio pensamiento. Creo que somos 99% manipulables y hay un punto que creo que hay que luchar hasta cierto punto, pero hay otro punto en el que debemos aceptar.
Podría decir que son unos comemierdas y unos fachas con caspa en el escritorio, pero no me lleva a ningún lado más que al dolor y a seguir alimentando mi ira. Creo que todo tiene un sentido en una manera más metafísica que entenderemos más adelante. Con esto no quiero decir que me parezca bien ni mucho menos, ni que no haya que defender los derechos.
WW-¿Qué crees que puede hacerse?
VM-No sé si me estoy metiendo en camisa de once varas, no estoy tan informado como me gustaría, cojo el periódico y me pierdo un poco con lo que sucede. Pero lo que yo creo es que la lucha, la conciencia, la compasión, la solidaridad, la ayuda, tiene que ser con uno mismo y de ese ejemplo empieza a funcionar mejor lo que nos rodea.
Creo en el cambio de conciencia que se está produciendo, y es obvio que está sucediendo. Y creo en la bondad del ser humano. Pero muchas veces lo externo nos sirve de excusa para no trabajar con uno mismo y echar balones fuera. Creo importante tomar responsabilidad cada uno con lo que es y con lo que tiene y con lo que le sucede.
WW-También has trabajado con Yllana, ¿Cómo es hacer comedia?
VM-La comedia y el drama se separan en un solo grado muy fino. Creo que el buen comediante es el que controla bien los tiempos, los silencios. De eso depende que te funcione un gag o no. Por eso creo que dicen que es más difícil la comedia que el drama.
Yllana lleva más de una década haciendo reír y son unos maestros en la comedia, en controlar los tiempos y el trabajar con ellos me ha dado muchas herramientas para mis papeles posteriores.
WW-¿Cuál es el truco del actor?
VM-Un actor tiene que hacer creer que saber hacer perfectamente lo que le pide la representación. Saber cuáles son las 4 cosas más identificativas para que incluso el público que más controla se crea que eres o saber hacer lo que requiere el personaje. Tiene que ser un gran observador del medio.
WW-¿Cómo has vivido el fin de más de 100 mentiras?
VM– Muy contento. Feliz. Y esperando que quizá volvamos en la siguiente temporada. Ha sido un musical nuevo que hemos desarrollado nosotros y que el director nos ha dado mucho espacio para crear. David Serrano es un gran director que te permite volar sin que te des cuenta de que el que lleva la cuerda de la cometa es él y eso da una sensación enorme de libertad que es esencial para el arte. Y eso se ha notado en la respuesta del público que ha sido maravillosa.
WW-Me parece tremendamente difícil declamar, cantar, bailar y no ahogarse… ¿Cuál es el secreto?
VM-No hay secretos, hay trabajo, estudio, investigación, reciclaje constante, cuidarse la alimentación, saber dosificar, saberse dar espacio y desfasar de vez en cuando como válvula de escape porque es necesario, hacer ejercicio, en mi caso meditación también… pero sobretodo ilusión, cariño y mucho amor y respeto por lo que haces porque sino, corres el peligro de quemarte y quemar lo que está a tu alrededor.
WW-¿Qué has aprendido con éste personaje?
VM-El personaje de Samuel me ha enseñado a confiar más en mí. Me requiere mucha energía controlada, y a nivel vocal es muy intenso también. A veces creo que no voy a llegar al final de la función porque es muy cansado, la obra dura 3 horas y tenemos dobletes… pero como decía antes, con ilusión y confianza se llega hasta a la montaña más alta. Me ha enseñado también la importancia de la lealtad, la amistad y le agradezco que le haya dado sentido a todo lo que he ido aprendiendo durante todos estos años de profesión y de vida y me lo haya dejado incorporar en su piel.
WW-¿Cuál es tu siguiente proyecto? ¿A qué te gustaría echarle el guante? Cine, televisión, teatro…
VM-Cine. Creo que estoy preparado. Ya he estado trabajando en algunas series de TV y me encanta el trabajo con la cámara pero no te permite trabajar tan a fondo los personajes y poder perfilarlos, como lo hace el cine.
El teatro me apasiona en el color que sea, siempre que tenga calidad. Pero también te digo que confío en lo me va dando la vida y en la coherencia de una carrera. No tengo interés en ir muy rápido. Sin presionar y sin impaciencias, todo llega en el momento adecuado.
WW-¿Qué dan las tablas que no se encuentra en otro medio?
VM-Cada plataforma tiene su técnica. El teatro, al ser diario te permite investigar y ahondar más el personaje. No creo que nada sea mejor que otra cosa. Si eres un buen profesional da igual donde lo desarrollas. Lo importante es intentar dar calidad a lo que haces y para ello es muy importante el respeto.
Pequeños secretos…
Un consejo: Intentar no dar consejos
Un lugar: Tú mismo.
Una forma de vestir: Elegante, cómoda y personal. Aunque me encanta Italia años 40.
Una forma de pensar: Lo que tú des es lo que se te dará.
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