Por Rocío Pastor Eugenio.
El Centro Dramático Nacional presenta en el Teatro Valle-Inclán de Madrid, una obra compleja, difícil y a la vez, muy divertida: Extraño anuncio, cuyo texto pertenece al gran hijo del teatro: Adolfo Marsillach.
El autor escribió una vez que una obra de teatro no existe como tal hasta que se estrena y denominaba al mismo como un “género impuro” en el que sólo hay una idea, un argumento y un juego escénico que con suerte dará un buen espectáculo.
Puede que eso sea lo que Mercedes Lezcano a la cabeza de la dirección, haya querido conseguir sobre las impolutas tablas, rindiendo homenaje a éste maestro y a su obra que, curiosamente, fue publicada tras su muerte.
Así, contando en este juego con la interpretación de Ana María Barbany, Mónica Aragón, Óscar Olmedo, Kiko Sánchez, Manuel Galiana y José Carabias, se ha creado un teatro que su directora tílda de “imaginativo, complejo y sin explicaciones realistas”.
Sin duda es una gran descripción de lo que sucede ante el espectador. La realidad se entrevela, se esconde y confunde. ¿Qué es real? ¿Qué es sueño? Ésta obra ha sido capaz de crear un ambiente atemporal que crece y desaparece a medida que la acción transcurre.
Sus personajes aparecen y desaparecen, etéreos, complicados y que giran sobre una pareja, un piso atemporal y una misma escena que se repite y evoluciona con cabos que quedan sin atar.
Perder la atención de lo que ante sí sucede es más que imposible. Intentar agarrar con las dos manos ese hilo que se enmaraña cargado de misterio y que de forma pensada y enmarañada creará diferentes obras dentro de una misma.
La verdad y la mentira, no tienen cabida. Poco a poco se suman los conflictos, siempre de forma pausada, ordenada y bajo un texto limpio, culto y cuidado. La realidad es confusa y la obra sigue su curso bien estructurada fusionando el humor con la tragedia y el enredo de forma natural.
Una obra, sin duda, enigmática en la que la interpretación desarrollada de forma magistral desde el texto hasta la expresión corporal de Manuel Galiana, sincero, vencido y humano; y la de José Carabias, cómico y muy natural, crean una escena veraz y muy cuidada.
Un detalle que engrandece
Antes de comenzar la obra, los actores se reúnen sobre el escenario, ante el público, para celebrar el Día Internacional del Teatro leyendo en voz alta el discurso de John Malcovich, elegido por la UNESCO en el que se reclama un trabajo reflexivo que refleje lo que significa Ser Humano.
2 comentarios
Me sumo al comentario de Sebas, WomanWord eres mi guia de teatro, lo siento por las revistas…Me perdí bastante en ésta obra,sin embargo mereció la pena ver actuar a la experiencia y a la vida consagrada al teatro en las personas de Manuel Galiana y José Carabias.A Manuel, le recuerdo desde pequeña en las obras de teatro que ponían en TV,verlo en directo fué un regalo, su actuación, realista y natural.
Me encantan tus artículos, el teatro español se estará haciendo de oro porque obra que leo, obra que quiero ir a ver!!! Muchas gracias por tus palabras.