Dani y Roberta

Por Rocío Pastor Eugenio.

Los amores rotos llegan al español de mano de Joan María Gual bajo la traducción de Roger Gual de la obra de John Patrick Shanley.

La sala pequeña del Teatro Español de Madrid, ésa en la que los ensayos sobre la vida y sus rutinas adquieren el cariz de obra de teatro,  acogerá esta propuesta en la que sus protagonistas, ahogados, lucharán contra sí mismos en busca de la felicidad.

Y la felicidad la entienden como esa forma sencilla de vivir, amable. Donde los días transcurren sin altercados, donde la culpa no atormenta, donde el corazón no duele.

Joan María Gual, el director, ha querido presentar un montaje en el que la escenografía está repleta de sentimientos, confusos algunos, de esos que iluminan, otros.

Sobre las tablas, un bar, una habitación, paredes desgarradas, cajas amontonadas y dos personajes. Ellos son Dani y Roberta. Ambos sufren, reaccionan contra el dolor y viven acostumbrados al mismo, desagarrados como las paredes del bar al que acuden para olvidar quien creen ser.

Etiquetas, prejuicios, traumas… caretas de violencia, en sus diferentes formas que ocultan un ser humano digno, demasiado destrozado como para sentirse capaz de amar y de recibir amor.

Álex García interpreta a Dani. Su personaje oscila y evoluciona a medida que la acción se desarrolla. Un erizo en posición de ataque que demuestra que el corazón es común a todos los seres humanos y que una caricia a tiempo, puede salvar a cualquiera.

Su alter ego es Roberta, interpretada por Itziar Miranda. Otra cara de la violencia, la sexualidad. Excusas para denigrarse, autodestruirse y conseguir, con suerte, desaparecer.

Su necesidad de amor y reconocimiento es tal que cualquiera puede ser una tabla de salvación para ella.

Ambos, demasiado aterrados como para darse cuenta de que tras esa coraza, ese disfraz que no les define más allá de la mirada ajena, se encuentra un alma inocente que necesita amar. La búsqueda de un motivo para conseguir el equilibrio mientras sueñan, en secreto y muy bajito, con poder ser una de esas personas que sonríe sin que nada se rompa por dentro.

La esperanza se esconde de la luz o tal vez la luz sea algo tan desconocido para ambos que no son capaces de reconocerla, o puede que sí…

Encuentra la respuesta en esta obra, Dani y Roberta. Un canto al amor y al respeto humano.

Muy recomendable.