Fotografía y Texto por Rocío Pastor Eugenio
Fotografía 100% Libre de retoque digital. Como siempre aquí, en WOMANWORD
Sonrisas. Esto es lo primero que veo al salir del cine y ver las caras de los periodistas que han acudido al pase de prensa de la película Any de Gràcia, del director Ventura Pons. Previamente a su estreno, hoy día 2 de marzo, se hizo un pase para parejas de gente joven y gente mayor y el resultado fue el mismo: Sonrisas.

Fotografía de Rocío Pastor Eugenio. Pase de prensa. Oriol Pla, Rosa María Sardá, Ventura Pons y Rosa María Sardá
Su director la anuncia como la cura de “esperanza para olvidar los malos rollos”. En realidad, es más que eso, ya que pone de relieve una situación actual, real y diaria: la soledad de los mayores, la lucha por salvar los negocios de los adultos y las ganas de vivir y de cogerlas riendas de su propia vida, a pesar de las escasas posibilidades, de los jóvenes.
Con un reparto excepcional, Ventura reivindica la cultura catalana, por eso, tanto la música, a cargo de Mazoni, con ‘Natura Morta’, como la localización: Barcelona; los actores: Rosa María Sardá, Oriol Pla, Santi Millá y Amparo Moreno, como principales; y el idioma de rodaje en versión original, son catalanes.
El costumbrismo, las rutinas, las manías de la gente común, los barrios y la realidad se unen con un toque de mensaje oculto en pro de un mensaje oculto que promueve el pensamiento utilizando el optimismo como medicina para afrontar una realidad que es dura y que nos ahoga instando a la unión, al cariño y a mirar más allá concentrándonos en hoy.
La vejez y la juventud se enfrentan en esta obra maestra. El poder versus las ganas y la inocencia, las ganas de vivir contra la amargura y el tedio. Una victoria clara que se consigue gracias a las sonrisas y al tesón de David (Oriol Pla).
Y de nuevo, la unión y la cohesión entre la juventud -que necesita una oportunidad- y la vejez, que necesita cariño y compañía. Una unión de manos que crea una extraña familia que aprende a convivir y a salir adelante, a pesar de las circunstancias que rodean sus vidas.
Los personajes están muy bien construidos y definidos. La interpretación de Oriol Pla merece ser resaltada ya que una de las razones por las que el público sale sonriendo de la sala es la buena vibración que transmite David con su enorme sonrisa, su sentido positivo de vivir sin dejar de ser realista y sus ganas de avanzar.
La crítica, maniática y hastiada Gràcia es interpretada por la brillante Rosa María Sardá que, con sólo una mirada, saber dejar en su sitio al más pintao. Él mediante cariño constante que demuestra, hace que ésta se plantee su forma de vida demostrando que nunca es tarde para evolucionar y sonreír.
Y como olvidar a la sombra de David, su apoyo, la voz de su conciencia reflejada en el personaje de Pere, el camarero y compañero que, desde la madurez, guía los pasos de su nuevo amigo desde la piel de Santi Millán, ese actor que frivoliza diciendo estar encasillado y que hace creíble cada uno de sus personajes de manera personal e íntima.
Una realidad dura vestida de impotencia y soledad en la que todos aprender a luchar por seguir adelante y sentirse vivos. El amor y la amistad como remedio a la crisis.
Una película realizada con cariño, tierna y muy cuidada. En definitiva, un canto a la vida y a la búsqueda de la tranquilidad y la felicidad plena en las cosas sencillas.
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La película ha realizado su premiere, además de en Madrid y Barcelona, en el Lincoln Centre de New York y acaba de confirmar su presencia en el Festival de Cine de Guadalajara (Méjico).
Está escrita por Jaume Cuspinera, Carme Morell y el propio Ventura Pons.
Producida por ELS FILMS DE LA RAMBLA con la colaboración de Televisión española y Televisió de Catalunya.
2 comentarios
He leido en la Vanguardia una critica y publico aqui mi rechazo, porque en el propio periodico me la censaurarian.
Comparar al señor Ventura Pons con Mr. Woody Allen, es mucho comparar. Ni la trayectoria, ni la taquilla, ni las historias narradas, ni el estilo. Any de Gracia es simplista en su planteamiento, llega a un final tan inesperado como precipitado. Sucede de repente, sin más. El barrio de Gracia, como escenario de la pelicula, brilla por su ausencia (podría ser cualquier otro barrio de cualquier otra ciudad). y los escenarios demasiado tristes para una comedia. La Sardà, magnifica. Y si no fuera por ella, la pelicula no valdría nada, nada, nada….es lo único aprovechable de este film. Ah, y los criticos profesionales deberian ser más profesionales. Y si la pelicula la hace un amigo, es mas honesto no pblicar ninguna critica en un diario tan importante como la Vanguardia, a contar algo irreal.
Mi querido Raúl, los periodistas que hablan de teatro SIEMPRE son profesionales independientemente del medio para el que escriban. Me parece muy bien que estés contra La Vanguardia, lo que no entiendo es cómo tienes la cara tan dura para responder en ésta revista sin poner ni siquiera qué te parece el artículo que espero, hayas leído. Para esas cosas tienes cartas al lector. Deberías mostrar más respeto por los medios independientes.