Por Rocío Pastor Eugenio.
Jesús del Pozo siempre ha sido una firma reconocida por su calidad y saber hacer. Esta edición, la pasarela ha querido rendir homenaje a las raíces. El catwalk a ras de suelo compone con retales el final de la pasarela. Así es ésta nueva colección de JP: la mezcla de texturas, tejidos y colores para crear una colección cosmopolita y neutra en la que la paleta no se permite excesos más allá del dorado y de los brillos.
Se trata, sin duda, de una colección muy otoñal en la que ls colores tierra evocan a la naturaleza en prendas vaporosas y de cortes geométricos que se ajustan al cuerpo de la mujer sin oprimirlo. Una colección sobria y femenina en la que ha brillado con fuerza el paso coordinado de la modelo Kamila F.
Tanto han investigado en ellas que han llegado a Oriente Medio y a la cultura clásica mediante los nómadas del desierto que han servido de inspiración para crear originales siluetas.
Las formas elegidas han sido sencillas, voluminosas y espontáneas. La curva y lo orgánico son ahora el must de la firma. Pantalones bombachos, sedosas capas, hilos intercalados, módulos de pliegues superpuestos o costuras evidenciadas en relieve dibujan líneas serpenteantes sobre el cuerpo.
Y es que la firma busca lo genuino con una expresión nueva y diferente mediante aplicaciones brillantes que simulan el oro, la mezcla de texturas, las capas y los volúmenes en jacquard, satén, organza y lana en diferentes tonos de blancos, marrones, oros, azules y verdes.
La cultura de la moda antigua vuelve ahora para vestir el cuerpo de la mujer con abayas, ruanas, chitones y pallas junto a abrigos y chalecos en piel de cabra.
El contraste se busca mediante lo primitivo y lo exquisito con faldas vaporosas de largo hasta los pies en pliegues de organza y lana.
Para la noche, la apuesta se vuelve menos radical y vuelve a los vestidos de corte sirena y otros de formas abandonadas.
2 comentarios
Me ha sorprendido mucho esta colección de JP, la esperaba mucho más clásica y la he visto muy exótica. Me ha gustado mucho. Gran artículo, womanword.
que bonito el detalle de los retales que emulan losas, muy buenas fotos y texto!