Por Rocío Pastor Eugenio.
El color transmite lo que sentimos y lo que queremos.
El negro: elegancia, autoridad, chic…
El blanco: amplitud, pureza, frescura…
El azul: actividad, inteligencia, lógica…
El rosa: dulzura, empatía, feminidad…
El Rojo: fuerza, seguridad…
El verde: lo natural, calma, tranquilidad…
Todo ello convierte al color en una importante arma a la hora de vestir y elegir nuestro maquillaje y complementos. Por ello existe toda una teoría alrededor de ello: la colorimetría.
Según todos estos factores podremos pertenecer a la gama de la plata, del oro o ser de tono mixto. Esto nos encuadra en los tonos cálidos, relacionados con el color amarillo o los fríos, que lo hacen con el azul.
Después de analizar esto deberemos relacionarnos con una de las cuatro estaciones del año: primavera y/ u otoño, como tonos cálidos; y verano e invierno, como fríos. Cada una de ellas contiene una paleta cromática que en total suman 72 tonos de los cuáles debemos encontrar cuál es el que mejor nos sienta para poder aplicarlo a nuestro fondo de armario, maquillaje y complementos.
Una vez analizado lo que lograremos será el equilibrio o el contraste, según lo que deseemos expresar. Cuando vestimos acorde a nuestros colores naturales, nuestras imperfecciones se borran y nuestro rostro se ilumina ganando fuerza nuestra mirada, nuestro pelo y nuestra piel.
Cuando nos vemos bien, nos sentimos bien y ganamos en confianza, nuestra actitud mejora y nos llenamos de energía gracias a esa seguridad que genera la armonía.
Para realizar esta prueba se recomienda ir colocando cada color sobre nuestro pecho tapado con una toalla blanca para neutralizar, cerca de la cara, la cual llevaremos lavada. Así, iremos comprobando cómo según el color aplicado nuestra cara se ilumina o por el contrario, se marcan más las imperfecciones, las ojeras y se oscurece el rostro.
Siempre debemos buscar nuestra personalidad a la hora de vestir y de combinar y para ello, ¿qué mejor que utilizar los colores que nos son propios?
El mejor truco
Vestir del mismo color que el pelo o los ojos para iluminar nuestro rostro y dejar los colores que no nos iluminen, pero nos gusten, para la parte de abajo.
Más Información
Otoño
Color de piel en tono marfil, melocotón, negro o beige.
Cabello castaño, rojizo o carbón.
Ojos castaño, verde, oliva, aguamarina.
Evitar: tonos azul, rosa, granate, morado, azul marino y negro en total look.
Primavera
Color de piel en tono marfil, melocotón rosado o beige dorado.
Cabello rubio, gris, dorado.
Ojos azul, gris, turquesa o verde claro.
Evitar: tonos azul marino, granate y negro en total look.
Invierno
Color de piel en tono rosado, negro, blanco.
Cabello negro azulado, negro, castaño o gris plata.
Ojos castaño, negro, azul oscuro o verde grisáceo.
Evitar: tonos beige, castaño, naranja y dorado.
Verano
Color de piel en tono beige pálido, rosada o muy rosada.
Cabello rubio platino o ceniza, castaño o gris azulado.
Ojos azul claro brillante, verde agrisado o castaño.
Evitar: tonos dorado, naranja y negro en total look.