Por Rocío Pastor Eugenio.
No paro de oír a personas conocidas quejarse sobre las situaciones abusivas que viven en sus trabajos a diario: trabajar largas horas que no cobran cuando las horas extras están reconocidas y son obligatorias, trabajar bajo situaciones de estrés con la continua amenaza del despido… incluso trabajadores que se pasan al presentismo.
El presentismo es la corriente que ha llevado a muchos trabajadores a quedarse más de las horas establecidas en la oficina. A efecto real no trabajan más, si no que desperdician más el tiempo y por ello pasan más rato en su puesto de trabajo para simular que se esfuerzan más que sus compañeros delante de los jefes, causando un grave perjuicio a sus compañeros.No olvidéis que una jornada laboral prolongada no mejora la capacidad del trabajador sino que la merma, en los países más desarrollados y con mejor calidad de vida y bienestar social, la jornada laboral se reduce cada vez más. Si uno va al trabajo a trabajar, en su jornada de 6 horas puede sacar todo el trabajo adelante, más que aquellas personas que pasan todo el día en su puesto de trabajo ya que dispersan sus funciones y están más cansadas y frustradas por no poder llevar una vida a parte del mismo.Todas las personas tienen derecho al trabajo. Ningún contrato puede ir en contra de La Ley (Estatuto de los Trabajadores) ni del Convenio Colectivo de cada sector de actividad y Empresa que debe mejorar la Ley y el contrato de trabajo debe respetar todo lo anterior y mejorarlo. Jamás se puede tolerar trabajar gratis y sin cotizar, para ello existe el “periodo de prueba”. Obligar a las empresas a cumplir con la legalidad vigente, estar informados en materia laboral y denunciar ante la Inspección de Trabajo a toda empresa que no cumpla estas condiciones y que os obligue a aceptar cualquier “política empresarial” que viole la Ley.El cambio es posible. Igual que en estos últimos años hemos permitido que las empresas den la vuelta a la tortilla vulnerando unos derechos laborales que hemos tardado muchos años en conseguir, hoy es el comienzo del camino hacia el equilibrio en el que dejaremos de ser recursos para convertirnos en HUMANOS.Por todos y todas, por que el cambio es posible y está en nuestras manos, empecemos a decir: NO.