Por Rocío Pastor Eugenio.
Al decir Ibiza un sinfín de imágenes recorren nuestra mente combinando la fiesta loca con la calma zen de lo hippie. La película de Julio Medem, Caótica Ana ilustró ese ambiente bohemio, relajado y humano de la isla.
Sus mercadillos hippies como el de Eivissa, Las Dalias o Es Canar son un atractivo para todos aquellos turistas que busquen algo diferente: bisutería, incienso, música, artesanía, ropa, pintura, masajes o incluso una lectura de mano.
El tiempo se detiene cuando se pinta de blanco y el incienso ambienta las calles de las ciudades. La puesta rosada de sol sobre el mar azul relajan el espíritu que en la naturaleza revive fuerte y libre.
Por otro lado, el ruido, el consumo, la masificación y el culto al cuerpo ocupan una parte importante de la cultura ibicenca que con sus grandes discotecas atrae a la mayor parte del público europeo con sus fiestas como la de la espuma.
La UNESCO ha declarado como Patrimonio de la Humanidad el recinto fortificado de Dalt Vila, el poblado fenicio de Sa Caleta, la necrópolis del Puig des Molins y las praderas de posidonia del Parque Natural de Las Salinas, cinco visitas obligadas si uno quiere conocerla isla a fondo.
Pero sin duda lo mejor son sus calas y playas, muy diferentes y variadas entre sí de las que 13 de ellas han logrado el distintivo de Bandera Azul que supone un alto valor medioambiental, de salvamento y de los servicios adecuados.
Pero no todo es color de “blanco” ya que el turismo masivo y la mala educación están convirtiendo la isla durante los meses de verano en un destino abarrotado, dejando las playas llenas de basura, el agua llena de aceite y la costa atestada de barcos varados que impiden disfrutar de las vistas y del descanso ya que ellos, junto a los bares playeros, inundan el ambiente con música electrónica a todo volumen.
Por favor, a todos aquellos que viajen a Ibiza de vacaciones respetad las normas del país, de la isla, de convivencia y de sentido común, ya que este lugar tiene un incalculable valor natural que poco a poco estáis destruyendo.
3 comentarios
Me encanta Ibiza, cada verano voy allí en unas casas en ibiza de alquiler y paso unos días allí. Es la isla del desmadre, pero también tiene una cara preciosa de relax y tranquilidad!
Verónica
sin duda la cara oculta de ibiza, que esperemos que siga siendo oculta para que no se deteriore
me encanta Ibiza, pero sí es cierto que la gente va a disfrutar del momento sin pensar en la cantidad de despojos inservibles que dejan atrás y que impiden el disfrute de otros, especialmente de los que nos gusta relajarnos y disfrutar de la naturaleza en pleno apogeo, como podemos ver en la mayoría de sus calas.