Con H de Humano

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Ir en el metro hoy en día puede ser una auténtica jungla para las mujeres.

Los hombres han perdido el respeto, si es que algún día lo tuvieron, hacia otro ser humano, como es la mujer.

Sentada en mi asiento no puedo más que contemplar, presa de la claridad que mis gafas me profieren, cómo uno a uno distintos hombres se sientan o se sitúan al lado o frente a chicas de cualquier edad que viajan en el mismo vagón. Hasta aquí no pasa nada, cualquiera puede ponerse donde quiera en el transporte público, el problema es cuando se pasa de solamente viajar en metro, autobús, tren o simplemente andar por la calle al acoso sexual.

Esta expresión no es exagerada ya que “acoso sexual” es el simple y diario hecho- y no por esto normal- de que un hombre mire a una mujer de forma lasciva, incomodándola, además de lo que uno puede suponer como: proferir expresiones de carácter sexual, tocar o ponerse extremadamente cerca de ella.

Ninguna mujer ni ningún hombre debería bajar la cabeza ante tal comportamiento, sino alzar la voz y denunciarlo frente a todas las personas que haya alrededor en ese instante. Debemos parar los pies a aquellos que se crean con el poder de sobrepasar el límite de lo humano, convirtiéndose en animales y haciendo que una persona libre se cohíba y se sienta violenta, sucia, rara e incómoda.

Como dijo Voltaire mi libertad acaba donde empieza la de los demás y es injusto que una mujer no pueda llevar una minifalda, escote, tacones, marcar su cintura, maquillarse o ejercer el hecho de la libertad de expresión como guste por el miedo a que un “hombre” pueda mirarla de forma sucia, tocarla o insultarla ¿Desde cuándo son ellos jueces sobre nosotras? ¿Qué les da el poder para someternos? NADA NI NADIE.

Es hora de cambiar la H de hombre por la H de HUMANO.

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El acoso sexual es un comportamiento que no sólo se reduce a un accionar de índole sexual sino que también radica en el asedio verbal y visual, que además puede reiterarse tras haber dejado en claro que cualquier insinuación no es bien recibida.

El acoso sexual suele darse con mayor frecuencia en sitios donde las personas pasan gran parte del día: trabajo, escuela, universidad, cursos, transporte público, etc.

Lo común es que cuando sucede, muy pocas víctimas denuncian el hecho. Esto debe cambiar YA, es hora de decir BASTA. El acoso sexual es ilegal y está penalizado.

Estos son los diferentes tipos de acoso regulados por la Ley:

  • Acoso físico: Todo acto que conlleva el contacto físico como caricias, roces, agarrones… que suceden sin previo consentimiento de la persona acosada. Presión para tener sexo cuando el otro no quiere, hostigar, seguir, arrinconar…
  • Acoso verbal: Insultos, comentarios obscenos, chistes subidos de tono, difamar a la persona con falsos comentarios de índole sexual  así como comentarios con doble sentido o explícitos.
  • Acoso visual: Miradas lascivas, fijas, insinuantes y molestas,  masivos mensajes de naturaleza sexual o no, gestos sexuales con el cuerpo y manos, (lamerse la boca, tocarse las partes íntimas, simular el coito, masturbación, etc).

 

Este no es un comportamiento que ninguna  mujer debe consentir por parte de ningún hombre. Esto es violencia de género y la violencia de género es violencia machista: que el hombre profiere contra la mujer y NUNCA al revés.

Si una se encuentra bajo esta situación de presión debe alzar la voz allá donde esté ocurriendo el hecho, revelarse, respetarse a sí misma y denunciarlo delante de todos aquellos que se encuentren a su alrededor para conseguir estar segura y rodeada de gente que pueda ayudarla.

El machismo es una forma de pensar, actuar y vivir en la que el hombre cree que está por encima de la mujer y ésta acepta dicha situación. Este comportamiento y esta mentalidad deben desaparecer de la sociedad si queremos evolucionar y crecer.

Todos somos humanos, iguales unos a otros, tenemos los mismos derechos, deberes y condiciones de vida. Nadie debe soportar que otro le violente, le maltrate o le cohíba. El respeto y la tolerancia son la base para poder crecer y vivir en sociedad.

Estas son las premisas básicas que componen el feminismo: el movimiento que pretende que la sociedad sea igual y no haya hombres ni mujeres sino SERES HUMANOS. Ser feminista no es un insulto. Cortarle el rollo a un tío que nos incomoda no es ser una estrecha ni una aburrida. Así es como hay que pensar y actuar, de forma clara y directa.

Hay que decir BASTA y comenzar a cuidarnos a nosotras mismas en igualdad, solidaridad y siempre, RESPETO.

 

 

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1 comentario

  1. Antonio Pastor Gaitero on

    Todo aquello que altere tu tranquilidad, acto, palabra, mirada, es acoso, nadie tiene derecho a interrumpir tu espacio, tu silencio, tu reflexión, tu equilibrio emocional. Me sumo a tu comentario y lo comparto.

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